Rodolfo Martín Villa,

vicepresidente del Gobierno para Asuntos Políticos; Manuel Núñez Pérez, ministro de Sanidad y Consumo; Julio César Rodrigo, presidente de la Diputación de León, y Juan Morano, alcalde de la misma ciudad, apadrinaron, con sus respectivas esposas, a los primeros cuatrillizos nacidos en lo que va de siglo en la provincia leonesa y que fueron bautizados el domingo por el obispo Fernando Sebastián Aguilar. Los niños, que recibieron los nombres de María, Sheila, Roberto Jaime y Ariane, son hijos de un joven funcionario de Prisiones, Roberto Garcia, cuya popularidad ha crecido hasta límites insospechados en los últimos días. Se calcula que al bautizo asistieron cerca de un millar de personas entre vecinos, curiosos y cargos políticos de UCD, incluido el gobernador civil, Angel García del Vello, sin que faltaran las anécdotas. El ministro Manuel Núñez no olvidó llevar sus bolsillos repletos de caramelos y monedas, cuenta Antonio Nuñez, para arrojarlos a la chiquillería del barrio, según es tradicional, lo que puso en dificultades a Martín Villa, que salió del paso como pudo, después de pedir prestadas a sus subordinados ambas cosas. Uno de los asistentes preguntó a Manuel Núñez si no le parecía demasiado electoralista un bautizo con tan nobles padrinos, a lo que el ministre contestó con ironía que él no hacía planes a tan largo plazo, refiriéndose a cuando éstos -los niños- estén en edad de votar.