Bandas paramilitares siembran el terror en zonas de Colombia

La reaparición en Colombia de bandas paramilitares que se creían extinguidas podría tener consecuencias catastróficas para este país suramericano, según la opinión unánime de dirigentes políticos y sindicales, que han exigido una drástica acción del Gobierno.

En las últimas horas han sido asesinadas ocho personas en Medellín, capital del departamento de Antioquía, donde la violencia política ha crecido imparablemente desde los primeros días del año. Seis de las víctimas cayeron acribilladas en plena calle y otras dos, que habían sido secuestradas con anterioridad, fueron halladas sin vida en arrabales de la ciudad.

Hace tan sólo diez días que otras seis personas eran abatidas a tiros en un ajuste de cuentas entre pistoleros, también en Medellín. En la misma ciudad y por las mismas fechas quince hombres fuertemente armados secuestraron al dirigente socialista Ricardo Sánchez y a la joven que estaba con él.

Dos zonas de la provincia han sido militarizadas como consecuencia de una oleada de secuestros de ganaderos, amenazas a agricultores acomodados y penetraciones guerrilleras en diversas fincas. Algunos de los secuestros que tienen ahora mismo por escenario este departamento acaban en asesinato.

Esta escalada de la violencia en Colombia se produce en un momento crítico, a menos de dos meses de las elecciones legislativas y a cuatro de las presidenciales.