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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Laura de los Ríos

La desaparición de Laura de los Ríos ha sido tan sorprendente y dolorosa para los profesores de las colonias de verano de la Institución Libre de Enseñanza en su segunda etapa, que no habíamos sido capaces de reaccioriar, de salir de un silencio explicable, más por el impacto paralizador que supuso la grave noúcia que por falta de intenciones o sentimiento de necesidad de expresar públicamente nuestro dolor, nuestro abatimiento como grupo de personas.La carta de nuestro compañero Pedro Alvarez-Monteserín (véase EL PAIS de 6 de enero de 1982) nos ha hecho reaccionar y, uniéndonos a su sentir, tratar de recordar entre todos la figura de Laura en las colonias y en otras actividades, en las que, con ella y con sus compañeros de la corporación de antiguos alumnos de la Institución Libre de Enseñanza, estábamos y estamos comprometidos.

Laura fue en las actividades de la Institución el ánimo nfatigable necesario para llevar a cabo cualquier empresa: en las colonias no se contentó con recoger las antiguas ideas, tantos años paralizadas, y comprobar su vigencia, con un grupo de niños heterogéneos, y profesores de poca o ninguna experiencia, sino que ella misma se puso al frente de esa primera colonia en Villablino, donde la Fundación Sierra Pambley cedió generosamente una casa a las colonias de vacaciones -a pesar de su tradición-, de nuevo con un sentido experimental. Allí nos sirvió a todos, niños y profesores, de mode lo, y supo contagiarnos el entusiasmo y el optimismo que irradiaba su persona.

A pesar de que la muerte de Laura de los Ríos ha dejado entre nosotros un vacío dificilmente superable, y nos haya dejado una impresión de orfandad, pensamo que nuestra postura en el futuro no ha de ser la de una imposible añoranza, que no haría sino apartar nos de las ideas que encarnaba nuestra maestra y amiga, sino que ella ha de ser un recuerdo vivo en el trabajo que dejó iniciado y compartió con nosotros. Nos propone mos lograr que su recuerdo se con vierta en un legado vivo y, com tal, susceptible de crecimiento: un campo para que el recuerdo de su figura sirva de unión entre nosotros como grupo, y para el desarrollo y puesta en práctica de las ideas que nos transmitió. / y nueve firmas más de un grupo de profesores de las colonias de la Institución Libre de Enseñanza.

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