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Sombrías perspectivas para nuestro comercio exterior con Estados Unidos en 1982

Las perspectivas de 1982 para la exportación de productos siderúrgicos hacia el mercado norteamericano se vislumbran bastante sombrías, a raíz del inicio de una investigación del Departamento de Comercio de Estados Unidos, presionado por el sector siderúrgico, que puede concluir con la imposición de tasas compensatorias contra el acero español y de otros países europeos.

De momento, los medios comerciales y empresariales españoles en Estados Unidos se muestran bastante cautos. "Confiamos en que pueda arreglarse por vías de negociación", dicen los representantes en Nueva York de una de las primeras firmas siderúrgicas españolas con intereses en EE UU.Pero la trayectoria de las relaciones comerciales hispano-norteamericanas, con continuada degradación de la balanza comercial para España, demuestran que poco cabe esperar de las valoraciones optimistas, a pesar de que los medios gubernamentales españoles consideren que el nuevo estatuto de aliado formal, a través del ingreso de España en la OTAN, facilitará las relaciones entre Washington y Madrid.

Sin embargo, hasta el momento, la balanza comercial EspañaEE UU (cuyo saldo hasta octubre de 1982 era de unas ventas de EE UU a España por valor de 2.743 millones de dólares y unas exportaciones españolas hacia EE UU cifradas en 1.275 millones) se orienta, por segundo año consecutivo, hacia un déficit anual considerable para España en 1981.

¿Cómo se presenta el año que comienza? Si la cotización del dólar continúa alta, como todo deja prevér, la exportación española hacia Norteamérica puede ganar algunos puntos, recuperándose ligeramente de la ínfima cobertura comercial, del orden del 23% que tuvo en 1980. Pero negros nubarrones, centrados sobre el acero, aparecen en el horizonte de las siempre deficitarias relaciones comerciales España-EE UU.

Ocho voluminosas cajas llenas de documentos, enviadas por el sector siderúrgico norteamericano a España, constituyen las pruebas de que el sector siderúrgico español es demasiado competitivo en el mercado estadounidense, gracias a las subvenciones oficiales a la exportación en España.

Competencia "desleal"

El lobby siderúrgico estadounidense se queja a la Administración Reagan de la competencia desleal europea en general, incluida la española, y pone el grito al cielo para que el Departamento de Comercio dicte impuestos compensatorios para la entrada de productos siderúrgicos, con lo cual se frenará inevitablemente la penetración de acero extranjero hacia el mercado norteamericano."Se integran nueve productos en la investigación", comentan en la oficina comercial española en Washington, "que incluyen diversas formas de chapas, perfiles y barras". España respeta los precios "de gatillo", o precios mínimos, basados en los precios de la siderurgia japonesa, considerada como la más competitiva del mundo, que la Administración norteamericana aplica a toda importación de acero. Pero en gran medida, gracias a la revalorización del dólar en relación con la peseta, las ventas de productos siderúrgicos españoles hacia EE UU no han dejado de crecer.

En 1980, España vendió a EE UU por valor de 215 millones de dólares de productos siderúrgicos, representando la primera partida del comercio hacia Norteamérica, con el 25% de la exportación total hacia dicho mercado. Para 1981 se calcula que las ventas pueden superar los 250 millones de dólares. Un crecimiento importante, pero que debería ser analizado en términos globales, de acuerdo al déficit crónico de alrededor de 3.000 millones de dólares, como hace Washington cada vez que se queja de la competencia de productos japoneses en su mercado interior.

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