Hay que adecuar el marco sociolaboral y los costes de Seguridad Social previamente a la entrada en la CEE

Los empresarios españoles difícilmente van a poder competir con eficacia en la Comunidad Económica Europea (CEE), por muchos esfuerzos que hagan a nivel de sus empresas, "si no se procede a homologar tanto nuestro marco de relaciones sociolaborales como los costes que derivan de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social con los vigentes en los países de la CEE", afirma la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en un segundo informe, hecho público ayer, sobre La empresa española ante la adhesión al Mercado Común.

El estudio de la CEOE señala que la aplicación a la agricultura española de la política agraria común actual podría ser beneficiosa globalmente, siempre y cuandó se realice a través de un proceso de adaptación cuidadoso, que evite distorsiones.

En primer lugar, según CEOE, la población agraria puede resultar beneficiada por la ampliación de las políticas social y regional, y por las ayudas al sector practicadas en la Comunidad. Las ventajas más claras, añade el informe, pueden producirse,en el capítulo de los inputs agrarios, dado que los costes de los mismos son inás reducidos en la Comunidad y que la oferta es más amplia y variada. Debe procederse cuanto antes a una adecuación progresiva de los precios agraríos internos a los practicados por la CEE, dice CEOE, al tiempo que urge a la adopción de programas y medidas sectoriales para determinadas producciones (lácteos, trigo blando y remolacha azucarer a) y regiones (franja norte y Castilla).

Dentro de los cinco subsectores que contempla el informe en el sector inclustrial (alimentario, energético, industria básica, transformadora y de consurao final y construcción), CEOE indica que la Administración debería adoptar medidas estructurales para mejorar la competividad del sector primario y la estructura del poder alimentario. Debe procederse a una eliminación progresiva del comercio de Estado y favorecer la creación de redes de distribución exterior de alimentos.

En energía debe reducirse "el consumo interior de energía primaria por unidad de producto interior bruto, que es comparativamente muy superior en España", habrá que adaptar la producción carbonífera y aumentar las inversiones en el sector, y no hay problemas para la incorporación al sector eléctrico. Con respecto al petróleo debe procederse a un acercamiento gradual y a un período de adaptación.

En siderurgia e industrias químicas (aunque en éstas últimas hay algunos subsectores en mejor situación) CEOE estima que es preciso adecuar el calendario de desarme arancelario a la evolución y características de los diferentes subsectores. En metalurgia se solicitan apoyos públicos de cara a una mayor competitividad. En vidrio y cerámica hay que proceder a reestructurar y en las cementeras hay que continuar reconvirtiendo hacia la utilización del carbón.

En cuanto a industria transformadora y de consumo final, el documento habla de la necesidad de una amplia reestructuración en los automóviles.