El Gobierno italiano aprueba nuevas medidas contra el terrorismo
El Gobierno italiano aprobó ayer, con carácter urgente y aplicación inmediata, toda una serie de nuevas normas para combatir el terrorismo. El secreto sobre las nuevas medidas tomadas ha sido más estricto que nunca, y se ha justificado diciendo que su divulgación a la opinión pública las haría perder eficacia.Una de las hipótesis barajadas por los observadores y que ocupaba ayer los títulos de los diarios más importantes de Italia es la posible utilización del Ejército en momentos de emergencia y en la vigilancia de las cárceles.
EL PAIS ha podido saber que este tema fue discutido, pero encontró fuerte oposición por parte de algunos ministros socialistas. Además, este asunto fue debatido ya por el Parlamento, que se declaró en contra. Por eso, si ahora se deseara llevar adelante esta medida de utilización del ejército, habría que volver a consultar a los diputados y senadores.
Lo que sí se asegura es que las medidas tomadas esta vez son las más graves e importantes aprobadas hasta el momento én Italia contra el terrorismo.
Las decisiones fueron, tomadas en una reunión del presidente del Gobierno, Giovanni Spadolini, con siete ministros y el comité interministerial para la Información y la Seguridad, a la que siguió inmediatamente una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros en pleno.
En esta deliberación, Spadolini afirmó que el terrorismo se estaba recrudeciendo en el país y que "inflación, terrorismo y corrupción tienen una raíz común, por lo cual, "es indispensable combatirlos juntos".
Mayor vigilancia en las cárceles
Otra de las nuevas medidas antiterroristas podría consistir en una vigilancia mayor en las cárceles, sobre todo en lo que se refiere a las visitas de familiares a los presos.Se introducirán de nuevo los cristales aislantes en los locutorios donde los internos conversan con quienes les visitan y los funcionarios de prisiones tendrán permiso para abrir a los reclusos cualquier tipo de paquete.
Una de las medidas tomadas al margen del terrorismo ha sido la de la alimentación forzosa, bajo control médico, de los detenidos que hagan una huelga de hambre que pueda poner en peligro su vida.
El Consejo de Ministros, con una decisión que ha provocado muchos elogios, ha decidido cambiar lo que hasta ahora se llamaba comunicación judicial por información preliminar. Resultaba que cualquier mínima investigación de un juez sobre una persona, motivada, por ejemplo, por una denuncia anónima, se comunicaba en seguida al interesado. La finalidad inicial era buena. Se trataba de ponerle en guardia para que pudiera preparar una posible defensa. Pero en la práctica, como este aviso era público, se confundía muchas veces con una auténtica acusación.
Ahora se llamará información preliminar, que será comunicada al interesado, y se hará pública sólo cuando existan los elementos necesarios que justifiquen la necesidad de advertir a los abogados defensores.
