10.000 kilos de sosa fueron empleados para anular una nube de gas en Málaga

El pasado día 31, por la mañana, se formó sobre el puerto de Málaga una nube de gas contaminante que al poco tiempo se esparció por la zona urbana colindante. Como consecuencia, la zona en cuestión fue puesta en alerta verde por las Autoridades. El accidente se produjo al entrar en reacción exotérmica, a causa de la lluvia, 3.000 kilos de iricloroisocianato depositados en el muelle número uno. La situación quedó controlada a primeras horas de la tarde,después de que se vertieran sobre el producto indicado 10.000 kilos de sosa cáustica.

La reacción comenzó aproximadamente a las 9.30 horas, al resultar humedecida por la lluvia parte de los 3.000 kilos de tricloroisocianato, sustancia que se utiliza como agente blanqueador en la industria textil y papelera y para usos agrícolas. Según una nota oficial de la Dirección Provincial de la Salud, el mencionado producto estaba contenido en barriles debidamente cubiertos por plástico. Sin embargo, de acuerdo con otras fuentes, el tricloroisocianato no estaba en barriles, sino en cajas de cartón, y llevaba en el puerto nada menos que dos años a disposición de Sanidad por haber sido incautado de un barco.Al resultar humedecido el producto se formó inmediatamente una gran cantidad de humo blanco. Una hora más tarde, una corriente de aire empujó la nube hacia la ciudad, con lo que se produjo la contaminación de las calles cercanas al puerto, en las que los ciudadanos pudieron percibir un olor muy intenso a cloro y una irritación en ojos y garganta.

Afortunadamente no hubo que lamentar ninguna víctima grave. Tan sólo tuvieron que ser asistidos uno de los trabajadores de la Junta de Obras del Puerto, por signos de asfixia y conjuntivitis, afecciones de las que se recuperó con rapidez, y un matrimonio, que presentaba un cuadro de intoxicación leve.

De cualquier forma, en las primeras horas cundió la alarma en parte de la ciudad, aunque en esta ocasión se ofreció a los ciudadanos una información exacta de lo que estaba ocurriendo. Por las emisoras de radio se indicó la conveniencia de no transitar por las zonas cercanas al puerto. De forma preventiva, las autoridades avisaron a todos los centros sanitarios de la ciudad, por si resultaban necesarios sus servicios, y numerosas ambulancias fueron enviadas al puerto.

El accidente no revistió mayor gravedad porque fueron localizados con rapidez los kilos suficientes de sosa cáustica, única sustancia que podía contrarrestar la contaminación. Fueron necesarios 10.000 kilos de este producto, cedidos por una empresa particular, para terminar con el origen de la contaminación. Los trabajos se desarrollaron durante tres horas y hubo durante los mismos, según reconoce la propia Dirección Provincial de la Salud, gran riesgo para las personas que intervinieron en ellos.