Las barriadas de la zonas sur, nuevamente afectadas por la lluvia

La abundante lluvia caída ayer sobre Madrid alteró de forma notable la vida ciudadana, debido a inundaciones registradas en los barrios de la zona sur, especialmente en lugares de chabolas y en las viviendas próximas al río Manzanares. El tráfico rodado sufrió grandes atascos desde primera hora de la mañana hasta el mediodía en toda la zona centro. Tanto los bomberos como la Policía Municipal realizaron más de un centenar de salidas para neutralizar los efectos de la lluvia, si bien ninguno de los desplazamientos de estos servicios municipales tuvo que atender casos de gravedad. El caudal del Manzanares subió hasta tal punto que los bomberos abrieron las compuertas para evitar el desbordamiento.

Según datos del Observatorio Meteorológico Nacional, la tromba de agua se localizó entre la una de la madrugada y las ocho de la mañana. En ese período de tiempo fueron recogidos treinta litros por metro cuadrado en las instalaciones de dicho observatorio. Hubo, no obstante, un período de lluvias especialmente intensas entre las siete y las ocho de la mañana: sólo en esos sesenta minutos cayeron doce litros por metro cuadrado.Los más castigados por la caida de la lluvia fueron los chabolistas de Carabanchel. Unas cuarenta familias que habitan en las de la calle de Josefa Fernández Buitrera, frente al Parque de Comillas, tuvieron que recoger sus enseres lo mas rápidamente posible ante la entrada del barro en las chabolas y el derrumbamiento de la techumbre. Un número semejante de familias de la calle del Arroyo de Valdecalada tuvo que seguir el ejemplo de los anteriores chabolistas y, en medio de una situación realmente dramática, cargados con los colchones, mantas y algunos otros objetos imprescindibles, se trasladaron hacia la Junta Municipal del distrito para exigir al concejal presidente que les proporcionara un alojamiento eventual.

En las plaritas bajas de algunos edificios situados en la avenida del Manzanares se produjeron inundaciones de importancia debido al desbordamiento del río tras la tromba de agua caída a primera hora de la mañana. El trabajo de los bomberos fue suficiente para restablecer la normalidad.

Desde primera hora de la mañana, las centralitas de la Policía Municipal y ole los Bomberos quedaron prácticamente bloqueadas. La mayor parte de estas salidas tuvieron como objetivo achicar el agua caida en cuevas de bates, inundaciones de sótanos y zonas bajas en general. La falta de desagües o el mal estado de éstos fue la causa constante de estas pequeñas inundaciones, en las que, en ningun caso, hubo que lamentar pérdidas cuantiosas o desgracias personales.

Tres estaciones del Metro, madrileño quedaron bloqueadas por la lluvia y el barro: Marqués de Vadillo, Aluche y Usera, aunque, según informa la Compañía Metropolitario, no hubo que interrumpir el servicio y los coches siguieron realizando su recorrido habitual pese a las dificultades de acceso de los usuarios del servicio.

A primera hora de la tarde, pese a que la luvia seguía cayendo sobre Madrid, el tráfico rodaba con normalidad y solamente se produjeron retenciones ante pequeños accidentes de automóviles que se desviaban de la calzada por fallo de frenos o tras perder la dirección del coche a causa de patinazos sobre el asfalto.

No obstante, persiste la posibilidad de que las alteraciones sufridas ayer en Madrid vuelvan a producirse, ya que el alcantarillado de de la ciudad ha dado repetidas pruebas de su incapacidad para casos de este tipo.

La situación se agrava ante el hecho de que gran parte de los puntos de desagüe permanecen atascados, sin limpiar y acondicionar la ma, or parte del tiempo, de forma que lo ocurrido ayer en Madrid no es sino repetición de otras inundaciones producidas anteriormente.