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Calvo Sotelo destaca en su visita a Tunicia la amistad de España con el mundo árabe

El presidente del Gobierno español, Leopoldo Calvo Sotelo, inició ayer tarde una visita oficial a Tunicia, que se prolongará hasta el próximo lunes, su primer viaje oficial a un país árabe y al continente africano. (Su asistencia a los funerales de Sadat, en El Cairo, tuvo carácter meramente protocolario.) En su ausencia, el vicepresidente, Rodolfo Martín Villa, asume la Presidencia en funciones.

Calvo Sotelo, al que acompañan su esposa, el ministro de Asuntos Exteriores, Pérez-Llorca, y varios directores generales de Asuntos Exteriores, llegó a Túnez pasadas las cinco de la tarde, y fue recibido en el aeropuerto por su colega tunecino, Mohamed M'Zali, y miembros del Gobierno. Inmediatamente se dirigieron a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, donde se reunieron las delegaciones de los dos países hasta pasadas las 19.30 horas.Primero Calvo Sotelo y M'Zali dialogaron a solas durante media hora, mientras al lado lo hacían sus ministros de Exteriores, Pérez-Llorca y Beji Caid Essebi. La última fase de este encuentro de trabajo fue conjunta, y a la misma se sumaron los ministros tunecinos del Plan de Desarrollo, Economía, de Finanzas y de Agricultura.

Posteriormente, en una cena ofrecida por el primer ministro tunecino, Calvo Sotelo afirmó que España, «desde su identidad europea y su voluntad de integrarse plenamente en las instituciones de la Europa occidental, hace de los lazos con la familia latinoamericana y de la amistad con los países árabes, bases permanentes de su política exterior».

El presidente del Gobierno español reiteró la «clara política española de defensa de las justas causas árabes», con referencias a la firme tesis española sobre Oriente Próximo, donde «es preciso alcanzar un acuerdo global inspirado en los principios y criterios formulados por las Naciones Unidas, que, partiendo de la premisa de la retirada de todos los territorios árabes ocupados desde 1967, permita la puesta en práctica de los derechos nacionales palestinos, a través de la autodeterminación».

Hoy, sábado, el presidente tunecino, Habib Burguiba, recibirá en su palacio de la República, en Cartago, al presidente del Gobierno español. Previamente, Calvo Sotelo dedicará la mañana a un recorrido turístico-cultural, con visitas a la mezquita de Sidi Kacem, el museo arqueológico del Barco y las ruinas romanas de Cartago. Por la tarde, Calvo Sotelo tiene programada una entrevista con el secretario general de la Liga Arabe, Chadli Klibi, con quien firmará un acuerdo por el que se eleva al máximo rango diplomático la oficina de la Liga en Madrid. El contenido político de la visita del presidente español a Tunicia gira en torno a las obligadas referencias a la tradicional amistad hispano-árabe, y a las coincidencias plenas entre los dos Gobiernos sobre la situación en el Mediterráneo, el Magreb, el Oriente Próximo, el problema palestino y el diálogo euroárabe.

La otra vertiente del viaje tiene como objetivo consolidar las relaciones económicas y comerciales entre los dos países, de evolución pujante en los últimos años y con un saldo favorable a España del orden de unos 8.000 millones de pesetas. Tunicia, un país de unos cinco millones de habitantes, está en el umbral de su sexto plan quinquenal de desarrollo, con inversiones previstas de unos 15.000 millones de dólares, y necesidad de créditos e inversiones.

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