Ramón Alabart puede ser el industrial que distribuyó en Cataluña aceite destinado a usos industriales
Ramón Alabart es la persona que reconoció en Zaragoza el 17 de junio, ante cuatro testigos, haber refinado y distribuido en Cataluña, para consumo humano, aceite de colza desnaturalizado y destinado a usos industriales, según creen saber Juan Miguel y Fernando Bengoechea, participantes en aquella conversación, que han identificado a Alabart gracias a las fotografías publicadas por EL PAIS el día 9 del presente mes.Los hermanos Bengoechea no han sido requeridos todavía para ningún trámite de identificación oficial, ni han podido ver personalmente a Ramón Alabart, aunque los tres se encuentran internados en la prisión de Carabanchel, por haber sido alojados en distintas galerías. Alabart es titular de la empresa mayorista de aceites comestibles Alabart Hermanos, de Reus (Tarragona) y el mayor accionista de Algueasa. Permanece detenido a disposición judicial, pero no ha sido dictada contra él orden de procesamiento.
En el curso de un almuerzo celebrado en la capital aragonesa, la víspera del Corpus Christi, a petición de los hermanos Bengoechea, responsables de la empresa donostiarra RAPSA, importadora del aceite de colza desnaturalizado, éstos discutieron con Jorge Pich y Enrique Salomó, almacenistas de sustancias químicas de El Prat de Llobregat (Barcelona) y Reus, respectivamente, la posible relación entre su producto y, la intoxicación masiva. Salomó acudió a la reunión en compañía de otra persona, a la que presentó como Ramón.
Según los testimonios prestados por los hermanos Bengocehea y Jorge Pich, Salomó reconoció que el aceite que había adquirido a RAPSA, que totaliza más de cuatrocientas toneladas de colza desnaturalizado, se lo había vendido a Ramón, a quien no conocía ninguno de los otros tres interlocutores. Ramón, por su parte, afirmó que lo había refinado como si se tratara de cualquier otro aceite comestible y lo había comercializado en Cataluña, donde no se conocía una sola víctima de la enfermedad. También informó que para asegurarse había enviado muestras a un laboratorio de Marsella (Francia) y a otro italiano.
Ramón Alabart, en declaraciones efectuadas ante la policía el 26 de julio, negó haber comercializado colza hasta el 17 del mismo mes, fecha en que adquirió legalmente una cisterna de aceite comestible de esa semilla a la firma Aceprosa, de Portugalete (Vizcaya). Sin embargo, había suministrado, durante el mes de febrero de 1981, a Raelca, la empresa presuntamente distribuidora del aceite intoxicador, ocho cisternas con 190 toneladas de grasa de semillas, a 96 pesetas el kilo.
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