Movilización de la Prensa polaca contra el sindicato Solidaridad

Todo el aparato propagandístico del régimen polaco se ha movilizado contra el sindicato libre Solidaridad a raíz de la transmisión por radio y televisión, el lunes, de la grabación clandestina del discurso de Walesa en Radom el pasado día 3, donde dijo que la confrontación es inevitable y reconoció que ha llegado la hora de luchar por el poder. En su discurso, dijo, entre otras cosas, que "la confrontación es inevitable y tendrá lugar. Es necesario decírselo al pueblo... Pensé que el Parlamento y otras instituciones caerían por sí mismas; me equivoque y aquella táctica ya no sirve... Las cosas han ido tan lejos que hay que decirle a la población lo que está en juego, que es, cambiar la realidad, y no hay cambio de sistema sin destrozos. Lo esencial es salir victoriosos".La Prensa oficial, bajo control del influyente miembro del POUP (partido comunista polaco) Stefan Olzowski, encargado de propaganda, bombardeó ayer a Walesa con adjetivos tales como "impostor" y "gran provocador". Quien con mayor dureza atacó al líder obrero fue el órgano del ejército, Zolnierz Wolnosci, acusándole de "mentir al Gobierno y a los sindicalistas".

La grabación fue extraída clandestinamente de la reunión celebrada a puerta cerrada por el presidium de Solidaridad y los 38 jefes de los sindicatos regionales.

Tanto la declaración belicista de Walesa como el "programa de lucha por el poder" presentado por influyentes sindicalistas han sido reconocidos como auténticos por el portavoz del sindicato, Marec Brunne.

Además de la constatación por Walesa de que tan sólo le separa de los planteamientos radicales la "cuestión del tiempo", destacados miembros de la dirección de Solidaridad, conocidos por sus planteamientos extremistas, establecieron la estrategia inmediata en el enfrentamiento con el poder.

Jan Rulewski, líder de Bydgoszcz, que disputó a Walesa la presidencia en el congreso de Gdansk, propuso la celebración de elecciones parlamentarias anticipadas, de las que el 30% de los escaños debería corresponder al POUP; el 25%, a los partidos Democrático y Campesino; otro 25%, a Solidaridad, y el resto, a otros partidos, incluida la Confederación de Polonia Independiente, bestia negra de autoridades polacas y soviéticas. Hasta la celebración de esos comicios, Zbigniew Bujak, líder de Varsovia, propuso la formacion por Solidaridad de una especie de Gobierno provisional.

Por su parte, Gregorz Palka, líder de Lodz, se refirió a la necesidad de dotar "a las milicias obreras" con cascos y porras, y Bujak adelantó que su primera acción podría ser la toma de la radiotelevisión.

Ante este cambio político radical en Polonia, los líderes de Solidaridad dejaron claro que todo ello se haría respetando los intereses soviéticos, sus bases militares y sus comunicaciones con la República Democrática Alemana (RDA) a través de Polonia.

La prueba de que Solidaridad está dispuesta a frenar cualquier ofensiva de las autoridades contra ella fue la dura amenaza hecha a Walesa por el vicepresidente del MKZ de Varsovia, Seweryn Jaworski, quien, tras el duro discurso del primero, le dijo: "No dejaré que te eches atrás; de lo contrario, te cortaré la cabeza."

La nueva situación en Polonia beneficia sin duda a los duros del POUP, que siempre se han opuesto al diálogo con Solidaridad.