_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Fallos y La Vaguada

Don Bautista Fallos, concejal-presidente de la Junta Municipal del Distrito de Fuencarral, contesta a la carta publicada en EL PAIS en la que 69 vecinos del distrito se solidarizan con Cristina Almeida. Justifica su contestación en la alusión que se le hace de haber desconvocado la manifestación del 12 de febrero de 1978 en reivindicación de La Vaguada. Pero en su contestación hurta el bulto dos veces: en vez de contestar a los 69 vecinos me contesta a mí sólo, como primer Firmante; en vez de referirse al contenido de la alusión, se pierde en una nube de pequenos ataques personales. Yo voy a volver al fondo de la cuestión.Como no he perdido los papeles, echaré mano de ellos. Durante muchos años, una proporción notable de los vecino y comerciantes del barrio del Piíar luchamos unidos por La Vaguada, con el lema: "No al centro comercial, no a la autopista, dotaciones sociales en La Vaguada". La manifestación iba a ser la culminación de esa lucha. Pero a primeros de 1978, la Asociación de Comerciantes Autónomos, que el señor Fallos presidía, y que efectivamente había contribuido decisivamente con su huelga a que el Ayuntamiento del señor Arespacochaga no concediera las licencias, empieza a manifestar su disposición a aceptar el centro comercial (declaraciones a Diario 16 de 3 de febrero de 1978). El señor Fallos viaja a París con un grupo de comerciantes y abogados, y allí pacta esa aceptación: dos días antes de la manifestación, al descender del avión, declara a la Prensa que la manifestación no cuenta con el

Pasa a la página 12

Viene de la página 11

apoyo de la Asociación de Comerciantes Autónomos y acusa a la agrupación vecinal La Vaguada Es Nuestra de estar jugando con su nombre (Diario 16 de 10 de febrero de 1978). Aquí a eso le llamamos desconvocar. Así debieron entender el vicepresidente de la asociación que dirigía el señor Fallos, Rufino Hernández, y el secretario de propaganda, Peña, que presentaron la dimisión en señal de desacuerdo (Ya de 13 de febrero de 1978).

Hasta aquí los hechos. Si es cierto que el señor Fallos desconvocó la manifestación, y en la carta contestada nos limitamos a constatar este hecho sin calificarlo ni valorarlo, y si al hacerlo hizo lo que él creía que debía hacer, no sé por qué se enfada por la alusión.

Y me parece extraño que me acuse de dividir a la izquierda por solidarizarme, con otros muchos compañeros, con Cristina Almeida, que ha sido expulsada de su partido precisamente por apoyar un movimiento de unión de la izquierda, y que me acuse él, que al menos en un determinado momento se despegó de toda la izquierda del barrio para pactar con la empresa constructora del centro comercial.

No quiero seguir polemizando No sé en virtud de qué "oscuros intereses" he estado siempre en disposición de dialogar y colabo rar con el partido comunista porque considero que, pese a sus ava tares, no hay posibilidad de estabilidad de la democracia ni de progreso hacia el socialismo sin un partido comunista fuerte abierto al diálogo entre sus militantes y al diálogo con los simpatizantes que no militamos en él. Bautista Fallos puede contar conmigo, y creo que también con los compañeros de la agrupación vecinal que firmaron la carta, si, como dice, va a seguir la línea de actuación de Cristina Almeida. Ahora que el centro comercial parece irreversible, esperamos coincidir con él en la lucha contra la autopista y por dotaciones sociales en el barrio /

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_