Empleo y desempleo en España y Andalucía: razones de unas discrepancias

El análisis de la realidad del desempleo en nuestro país necesita de estudios delimitados geográficamente, que reflejen las grandes diferencias que este problema presenta a nivel regional. La situación de la región andaluza es particularmente preocupante, con una caída ininterrumpida de su población activa en los seis últimos años.

En la actualidad, uno de los retos más importantes para la sociedad española es la reducción de las elevadas tasas de desempleo. En buena manera, de la consecución de este objetivo dependerá la estabilidad social.A pesar de la abundante literatura sobre el desempleo en España, es necesario realizar estudios espacialmente delimitados, dadas las diferencias que a nivel regional presenta la problemática del desempleo. Las diferencias apuntadas quedan claramente de manifiesto en nuestro estudio sobre la evolución del empleo y desempleo en Andalucía (orienta¡ y occidental) y su comparación con el total de España (*).

Un primer hecho a destacar es la caída ininterrumpida de la población activa andaluza a lo largo del período de crisis 19741980, con tasas notablemente superiores a las correspondientes a España. De cada cien personas que abandonan la actividad en España, cuarenta lo hacen en Andalucía.

Aunque el decrecimiento en la población activa de Andalucía afecta a ambos sexos, las mayores pérdidas se producen en los efectivos femeninos. Por el contrario, en España, las tasas de decrecimientos más elevadas se dan en los varones.

La distribución sectorial de la población activa andaluza en comparación con la del total nacional pone de relieve para Andalucía el excesivo peso de la agricultura, la mayor importancia relativa del sector servicios y la escasa significación de la población activa industrial. La dinámica de la distribución sectorial muestra un gran descenso de la proporción de activos agrarios, mientras que en el sector industrial la pérdida relativa de activos se produce de una forma menos acusada que en España.

Las mayores tasas de crecimiento del sector servicios y construcción, en relación con las experimentadas en España, completan las notas características de la estructura productiva andaluza.

En relación a la ocupación y tamaño de las empresas industriales, se observa una distribución asimétrica entre Andalucía y España. La región andaluza presenta porcentajes de población ocupada superiores a los nacionales en empresas pequeñas y grandes. En contraste, la ocupación nacional supera a la andaluza en las empresas de tamaño intermedio.

Desempleo: oficial y real

Junto al hecho, nada sorprendente dado el subdesarrollo relativo de Andalucía, de que sus tasas de desempleo han sido y son notablemente superiores a las del promedio nacional, a lo largo del período 1974-1980 las diferencias se han reducido de forma sensible. Este proceso de convergencia se explica por factores coyunturales y por la fuerte caída de la población activa andaluza

En función de la edad, se evidencia tanto en España como en Andalucía un incremento de la importancia relativa en el paro de los trabajadores de menos de veinte años. Este proceso se observa tanto en los varones como en las mujeres, pero esencialmente en estas últimas.

Por sectores económicos, Andalucía vuelve a destacarse nuevamente por la elevada tasa de crecimiento del desempleo en el sector servicios. Paralelamente el incremento medio anual del desempleo en la agricultura andaluza representa el 52%. del total del aumento del paro agrario en España.

Los desempleados por búsqueda de primer empleo requieren una especial consideración Este colectivo tiene una importancia superior en Andalucía que en España, destacándose, una vez más, una mayor incidencia de los factores que motivan la desocupación recurrente en el sexo femenino.

Finalmente, consideramos el fenómeno de los desanimados, es decir, aquellos que ante la delicada situación del mercado de trabajo se ven impulsados a abandonarlo. El volumen estimado de desanimados para el período 1975-1980 representaba en Andalucía el 9,2% de la población activa andaluza de 1980. Para el conjunto nacional, el porcentaje de desanimados sobre la población activa de 1980 era del 4,8%.

Las estimaciones realizadas respecto a los desanimados muestran, por un lado, que el desempleo real es significativamente superior al estadístico (oficial), y, por otro lado, que la infravaloración del paro real es relativamente mayor en la región andaluza.

Resulta, pues, no sólo que la situación del mercado de trabajo andaluz es notablemente más delicada que la del mercado nacional, sino que, además, presenta claros rasgos diferenciadores. De este hecho se obtiene una consecuencia de cara a la política económica y de empleo, y es que si se pretende afrontar con seriedad el problema del paro en Andalucía, no basta con políticas de carácter nacional, sino que se requerirían políticas selectivas que tengan en cuenta las peculiaridades del mercado de trabajo andaluz.

(*) Estructurta del empleo y del desempleo en España: especial consideración del caso andaluz. Caja General de Ahorros de Granada. 1981.