La Bolsa acogió el nuevo Gabinete con bajas generalizadas
El discreto reajuste ministerial que ha acometido el presidente Calvo Sotelo ha sido acogido por las bolsas de valores con unas bajas casi uniformes, que han venido a romper la tendencia incierta que presentó el mercado durante las últimas sesiones.El sector bancario y los derechos de suscripción han sido aparentemente los más afectados por el recrudecimiento de la oferta. Los saldos globales de ventas de acciones bancarias en el mercado madrileño superaron los 180.000 títulos, mientras que la línea de sostenimiento de los precios de los derechos de suscripción, ficticia para algunos, se ha visto quebrada y las cesiones se generalizaron, acentuándose en los casos en los que los respectivos padrinos no se emplearon a fondo.
Los valores del grupo eléctrico tampoco tuvieron un comportamiento excesivamente afortunado, pero esto no constituye ninguna novedad. La venta de acciones viejas para adquirir cupones, con los que suscribir nuevas acciones y acogerse a los beneficios fiscales que estas operaciones comportan, continúa siendo una constante entre los inversores, que, por el momento, no parecen confiar en las posibilidades de una recuperación de los niveles de cambios, ni tan siquiera ante el cobro de numerosos dividendos que se planteará en los primeros días del próximo mes de enero.
Las plusvalías acumuladas a lo largo del presente ejercicio parecen suficientes como para evitar a los responsables de las distintas, empresas el esfuerzo postrero de años anteriores, en los que la trayectoria del mercado había sido negativa en mayor o menor grado. Por otra parte, diversos especialistas se muestran extremadamente recelosos ante lo que el futuro inmediato pueda deparar a los mercados bursátiles. La posibilidad de que los extranjeros materialicen las inversiones que comenzaron a realizar ahora hace un año, y la incertidumbre sobre los resultados del consejo de guerra de los implicados en el asalto al Congreso el 23 de febrero pasado representan dos incógnitas de suficiente peso como para que los grandes patrones de las decisiones de inversión continúen prefiriendo las inversiones rentables con el menor riesgo.
En cuanto al tema político, la consideración general que planteaban los asistentes a las reuniones era bien clara: la remodelación no ha satisfecho a casi nadie. Para unos ha sido demasiado breve y se ha incrementado el número de carteras en manos de hombres más o menos próximos a las corrientes socialdemócratas. Para otros, no se ha logrado la pacificación interna del partido y el nuevo Gabinete corresponde a una serie de cambalaches entre las distintas familias, que no podrá aportar ninguna solución definitiva a los problemas económicos que tiene el país.
En cualquier caso, en lo que sí coincidían casi todos los comentarios era en poner de relieve la ausencia de representantes de la llamada plataforma moderada en el equipo de gobierno. La posibilidad de que estén esperando su oportunidad en una próxima remodelación más amplia del Gabinete, conforme apuntan algunos exégetas de la Moncloa, no sólo no ha contribuido a tranquilizar los ánimos, sino que ha aportado una cierta inquietud por las conocidas cruzadas que estos moderados centristas acostumbran a realizar sobre temas no directamente relacionados con la economía, pero que tienen la virtud de sembrar el desasosiego en las filas de UCD.
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