Mitterrand pide que Africa quede al margen de la pugna entre las superpotencias

El presidente francés, François Mitterrand, concluyó ayer su primera visita como jefe de Estado a Argelia, y se mostró convencido de la solidez de los lazos políticos establecidos tras sus conversaciones con el presidente argelino, Chadli Benjedid. Formuló asimismo un llamamiento ante los parlamentarios argelinos para que los países africanos "se mantengan al margen de las rivalidades entre las dos superpotencias...".

El Sahara occidental, Namibia, Chad y Oriente Próximo constituyeron los temas de política exterior tratados durante una visita que por ambos lados se califica de satisfactoria, preludio de una nueva era en las relaciones de los dos países.En la declaración conjunta firmada por ambos presídentes, Francia y Argelia expresaron su voluntad de "abrir el camino a formas originales y ejemplares de cooperación económica" y a multiplicar sus intereses. Los dos países condenaron el "imperialismo, el racismo y el apartheid', y, respecto al contencioso franco-argelino, François Mitierrand dijo en conferencia de Prensa que los temas del gas natural, la emigración argelina a Francia y la restitución de los archivos de la época colonial a Argelia serán "resueltos eficazmente en el futuro, gracias a la común voluntad política".

El Polisario

En el tema del Sahara occidental, sin duda uno de los más delicados para el jefe del Estado francés, el presidente galo dijo que el reconocimiento del Frente Polisario por Francia "no es sujeto de negociación entre mi país y Argelia", pero agregó que es partidario del derecho a la autodeterminación de la población del Sahara occidental, que apoya las resoluciones de la ONU y de la OUA al respecto y advierte que "cada día que pasa aumenta el riesgo de que este problema constituya el objeto de rivalidades más amplias".Este tema fue evocado con una cautela y una discreción que son significativas de la voluntad de Mitterrand de no herir la susceptibilidad de Marruecos.

No menos cauto fue François Mitterrand sobre el Próximo Oriente, limitándose a recordar que París desea la creación de un Estado de derecho palestino, pero en modo alguno la desaparición de Israel. "Francia", añadió, "no se ofrece como mediador, pero entiende que ningún pueblo debe ser excluido de su patria. Por eso apelo a la razón y al diálogo entre las partes interesadas". "

El presidente francés hizo alusión en varias ocasiones a la comprensión" y la "voluntad política" que había percibido en sus interlocutores argelinos para justificar sus esperanzas en el futuro de las relaciones bilaterales. Ninguno de los problemas que forman el litigio actual entre París y Argel -gas natural, emigración y recuperación de archivos argelinos, en lo esencial- va a quedar sin resolver, según Mitterrand, aunque la visita no haya desembocado en decisiones concretas. Este no era el objetivo principal, que consistía en poner las bases para un "diálogo abierto" entre el Norte industrializado y el Sur subdesarrollado.

Los dos países van a proceder, por etapas, a una solución de sus problemas bilaterales. La restitución de los archivos de la época colonial ha sido garantizada por el ministro del Interior, Gaston Deferre, mientras que, en lo que concierne a la seguridad y protección de la emigración argelina, las decisiones a tomar serán comunes.

Por lo que atañe al conflictivo tema del gas natural, seguido de cerca por todos los clientes de Argelia, entre ellos España, un acuerdo en perspectiva, se formalizará "teniendo en cuenta los dos puntos de vista".

Todo parece indicar que Argel abandonaría la idea de un precio superior a los seis dólares el millón de unidades térmicas, norma británica, pero no el principio de la indiciación entre la paridad térmica del gas natural con la del petróleo.