Huelga general en el sur de Italia

Los trabajadores de Campania y Basilicata, en el sur del país, duramente golpeadas hace exactamente un año por uno de los terremotos más graves sufridos en Italia en los últimos tiempos, fueron el jueves a una huelga total. El motivo era hacer una llamada al Gobierno para que considere prioritario el problema del desarrollo del Sur, la eterna cenicienta de este país.

En Nápoles, donde ya habitualmente hay más de 200.000 parados, con el terremoto la cifra ha llegado a medio millón, y son más de 100.000 los que aún no tienen un techo. Hay aún muchas escuelas y edificios públicos ocupados por los damnificados a consecuencia de la catástrofe.

Según los líderes sindicales, "el problema del Sur es el problema de Italia. Si no se resuelve, el país no podrá cambiar". E hicieron una llamada también a los trabajadores del Norte, los privilegiados, para que no se olvidaran de los problemas de sus compañeros meridionales.

"Cristo", dijo Lama, recordando la famosa novela, "no se ha parado en Eboli. Se han parado los hombres, los políticos". Cada día, el problema del Sur, con su pobreza ancestral y su inmovilismo proverbial, se va presentando al mundo político y empresarial como un auténtico cáncer que podría acabar, si no se pone remedio con tiempo, mordiendo a toda la economía del país. El Sur es como una Italia aparte, un polvorín que podría estallar de un momento a otro, con consecuencias muy graves.