Huelgas de hambre y paros masivos de los mineros bolivianos
Las dos huelgas de hambre iniciadas el lunes en la capital de Bolivia para obtener la liberación de 25 dirigentes sindicales mineros constituyen una de las crisis sociales más serias desde el golpe de Estado de julio de 1980.Una de las huelgas la protagonizan mujeres e hijos de mineros, en número de 13. La otra, dos representantes de base de la cuenca de Huanuni.
Mientras tanto, más de diez mil trabajadores del estaño mantienen un paro total en Huanuni, Catavi y Siglo XX. La huelga, para exigir el respeto de la via sindical y de las instituciones democráticas, se extendió ayer a Milluni y Potosí, y fabricas de La Paz y Cochabamba han parado en solidaridad con los mineros.
Los huelguistas están instalados en una dependencia del arzobispado de La Paz y en otra de las Naciones Unidas en la capital boliviana.
Es la segunda vez en cuatro años que mujeres mineras apelan a este recurso para conseguir su objetivo.
Un movimiento similar estuvo en el origen de la caída del general Hugo Bánzer, en 1978.
Los ministerios del Interior y Trabajo consideran ilegal la huelga de los distritos mineros y afirman que tiene vinculaciones políticas extremistas.
La Iglesia católica aceptó el domingo mediar en el conflicto, pero ayer no había conseguido aún establecer el diálogo entre los trabajadores y el Gobierno militar boliviano.
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