Enfrentamientos con el Ejército soviético en el Cáucaso

Las autoridades soviéticas se enfrentan desde hace un mes a los mayores desórdenes sociales desde hace 25 años. El pasado 23 de octubre, miles de personas en Ordjonikize (capital de la república autónoma Osetia del Norte, en la región del Cáucaso) asaltaron sedes del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) y fueron reprimidos por fuerzas del ejército , informó ayer el corresponsal del diario británico Financial Times en Moscú. Los disturbios duraron tres días y culminaron el pasado 26 de octubre con una huelga general de los transportes públicos.Según las informaciones del corresponsal británico, miles de personas se concentraron en la plaza central de Ordjonikize, una ciudad de 283.000 habitantes, y provocaron la intervención sucesiva de los cadetes de la policía y del Ejército, provisto de carros de combate.

Hasta el momento se desconoce el número de heridos o muertos en los disturbios. De acuerdo con fuentes solventes de Moscú, los incidentes comenzaron a raíz de la muerte de un taxista a manos de un miembro de la minoría étnica Irgush.

La familia del fallecido, acompañada de amigos, requirió información sobre el caso al responsable de la ciudad, Bilar Kaboloyev, a quien acusaban de negligencia en la investigación. Kaboloyev se negó a recibir a los representantes de los familiares y, ante la concentración de personas en la plaza de la ciudad, requirió el servicio de los cadetes de la Academia de Policía.

Los manifestantes, armados con ladrillos y adoquines, hicieron frente a los cadetes, dependientes del ministerio del Interior de la República Socialista Federativa de Rusia, haciéndoles retroceder durante la batalla en el centro de Ordjonikize. Osetia del Norte es una de las 14 repúblicas autónomas dependientes de Rusia.

Los primeros enfrentamientos

Estos primeros enfrentamientos originaron que un mayor número de personas, hasta sumar miles, se unieran a la sublevación, todas ellas armadas con ladrillos y palos. Según las informaciones de que se dispone, la milicia (policía oficial) no intervino en el primer día de desórdenes.A partir de ese momento, muchos manifestantes comenzaron a patrullar por las calles e iniciaron el asalto a la divsersas sedes del PCUS.

El día 25 se produjo la intervención directa del Ejército, que apoyado por carros de combate, penetró en las zonas céntricas de la ciudad para dispersar a los manifestantes. Las tropas fueron recibidas a ladrillazos y pedradas, respondiendo con una carga de sus hombres, que lanzaron bombas de humo para dispersar a los manifestantes. Al día siguiente una huelga general paralizó los transportes públicos.