Los astilleros británicos en Gibraltar cerrarán en 1983

Aunque la base militar de Gibraltar seguirá abierta, los astilleros de la marina real británica en el Peñón -que suponen unos 3.000 puestos de trabajo- cerrarán en 1983, según anunció ayer el ministro británico de Defensa, John Nott, quien añadió que el aeropuerto militar, que desempeña asimismo funciones civiles, operará durante un menor número de horas diarias que en la actualidad.

El Peñón ha sido una importante base militar británica durante 277 años, y sus astilleros disponen del mayor dique seco del Mediterráneo occidental. En los últimos años venían reparándose fragatas y dragaminas, pero las instalaciones ya no eran adecuadas para los últimos buques con turbinas de gas. La medida, sobre la que ya se había especulado en junio, no constituye una sorpresa, pues entra dentro de la política británica de reducción de sus fuerzas navales. Los astilleros de Chatham cerrarán asimismo en Inglaterra y se recortará la base de Portsmouth.Se entiende que los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no se hallan muy satisfechos con la decisión, pues hubieran preferido mantener abiertos los astilleros para casus de necesidad.

Estos astilleros emplean directamente a 950 personas, en su gran mayoría gibraltareños, pero, en total, dependen de ellos unos 3.000 puestos de trabajo, es decir, un 15 % de la fuerza laboral de la colonia británica. Tras el cierre de los astilleros, el Gobierno británico tendrá que compensar económicamente al Gobierno gibraltareño, a no ser que se encuentren «posibles alternativas», como su uso para fines comerciales. Para discutir estas posibilidades, un grupo de altos funcionarios británicos partió ayer de Londres hacia Gibraltar. El primer ministro gibraltareño, sir Joshua Hassan, se encuentra «muy preocupado», sobre todo por la decisión de recortar el número de horas diarias de operación del aeropuerto de las fuerzas aéreas en el Peñón.

El número de horas total no ha sido aún decidido, pero con esta reducción el Gobierno británico espera ahorrar unos doscientos millones de pesetas anuales.

El aeropuerto, utilizado también con fines civiles, es la yugular del Peñón mientras permanezca cerrada la frontera con España.

El diputado conservador John Stokes consideró esta decisión como «bastante innecesaria», y señaló que esperaba que «este no sea el principio de una liquidación del Peñón en favor de España». Los funcionarios británicos insisten en que estas medidas no tienen nada que ver con España, sino con la revisión de la política de defensa. La base y sus instalaciones para reabastecimiento de combustible seguirán abiertas. Aunque esta base ha perdido la gran importancia estratégica que tenía en el pasado, sigue teniendo una destacada función militar para controlar el paso de navíos por el Estrecho.