La sombra del estado de excepción planea de nuevo en territorio polaco

El parlamento polaco (Sejm) ha reiterado sus amenazas de poner a disposición del Gobierno medidas de excepción si persiste el clima de inestabilidad social, en base a la huelga de quiosqueros, las ocupaciones de universidades y el descontento campesino.

En un comunicado de la presidencia del Sejm se deplora que no se haga caso del llamamiento a la "paz social" realizado el pasado mes de octubre por el primer ministro, general Wojciech Jaruzelski, con apoyo parlamentario, y "se recurra a las huelgas para resolver problemas que podrían ser resueltos por otros medios". En base a ello, el Parlamento está dispuesto a otorgar poderes excepcionales al general Jaruzelski "para hacer frente a la situación, dado el peligro que corre la existencia misma de nuestra nación".

La huelga de quiosqueros, expendedores a la vez de periódicos y tabaco, se extendió ayer a medio país. Su protesta se basa en la baja de sus beneficios por el aumento del precio de los cigarrillos.

A ellos se unen las ocupaciones de universitarios en los centros docentes más importantes del país, quienes exigen la inmediata adopción de una ley reformadora del programa de enseñanza superior. El sindicato libre de estudiantes (NZS), afín a Solidaridad, amenazó con la huelga general ilimitada en las universidades si el tema no tiene solución antes del próximo día 24.

Por su parte, los campesinos de Sdielce, apoyados por el sindicato Solidaridad Rural, rama agraria de la organización de Lech Walesa, siguen ocupando desde hace varios días los locales de las Juventudes Comunistas de esa ciudad para exigir a las autoridades el cumplimiento del acuerdo de Rzeszow, mediante el cuál se establece la garantía constitucional de apoyo a los granjeros privados. Tanto este acuerdo como el de Bydgoszcz, del pasado verano, establecen además la posibilidad de que los campesinos privados accedan a la compra de terrenos.