El emisario del presidente Reagan se entrevistó con Hassan II
El secretario de Estado norteamericano adjunto para la Defensa y Seguridad Internacional, Francis J. West, efectuó ayer una escala en lfrane, a su regreso de Túnez, para ser recibido por el rey Hassan II, que no pudo entrevistarse con él durante la visita que realizó la semana pasada en Marruecos la delegación militar norteamericana presidida por West.Esta entrevista debió permitir al rey Hassan II y al emisario norteamericano intercambiar puntos de vista sobre la ayuda militar y el más firme apoyo militar y político que Rabat solicitó al presidente Ronald Reagan a raíz del ataque polisarlo contra Guelta Zemmur el pasado 13 de octubre.
Coincidiendo con este segundo viaje de West a Marruecos, la Organización para la Unidad Africana (OUA) formuló ayer una advertencia a los beligerantes en el conflicto del Sahara para que "no introduzcan armas ultramodernas que pueden convertirse en un obstáculo ante el cese del fuego que debe llevar al referéndum".
Interés en el Sahara
La evidente respuesta positiva del presidente Reagan a las actuales solicitaciones del rey Hassan II han causado preocupación en los países vecinos que están interesados en la cuestión del Sahara, muy particularmente Argelia y Mauritanta. Durante tres días, el primer ministro mauritano, Sidi Ahmed Uld Taya, que es al mismo tiempo titular de Defensa en su país, ha buscado en Argel garantías militares para su país.Argelia y el Polisario han criticado por su parte, como era de esperar, la creciente implicación militar de Estados Unidos a favor de Marruecos. Ayer mismo, y en Addis Abeba (Etiopía), el representante del Polisario en aquel país dijo que esta ayuda militar norteamericana a Marruecos es "un intento de Estados Unidos de neutralizar los esfuerzos de paz de la OUA".
Norteamericanos y marroquíes, sin embargo, han explicado esta necesidad de una más estrecha cooperación militar a raíz del ataque del Polisario contra Guelta Zemmur, en el cual, según fuentes marroquíes y norteamericanas, el Polisario demostró estar en posesión de los cohetes ultramodernos SAM-6, gracias a los cuales pudo derribar cinco aviones marroquíes en pocas horas.
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