La muerte del pintor Rafael Solbes supone la desaparición del Equipo Crónica

El artista valenciano Rafael Solbes, de 41 años, murió anteayer, en Valencia, víctima de una larga enfermedad. Era miembro del Equipo Crónica, que hoy mismo va a presentar una gran retrospectiva de su obra en la Biblioteca Nacional de Madrid. La Dirección General de Bellas Artes, que ha organizado la muestra, ha convertido el acto inaugural de esta tarde, a las siete, en un homenaje póstumo al pintor fallecido y enterrado ayer en su tierra.

, La muerte, tras una persistente hepatitis, del pintor valenciano Rafael Solbes, de 41 años, supone la desaparición del Equipo Crónica, del que era la otra mitad el artista Manuel Valdés. «El Equipo se ha terminado», comentaba ayer Valdés a EL PAIS después de dar cuenta de la muerte, acaecida a las cuatro de la madrugada de anteayer, en la casa paterna de Solbes. «Yo voy a continuar pintando porque es mi profesión y no sé hacer otra cosa. Es indudable que mi patrimonio cultural seguirá estando ligado íntimamente a él después de diecisiete años de trabajar unidos».Solbes, nombre por el que era conocido en los medios plásticos, estaba aquejado desde hace años de hepatitis, sin saberlo. Un chequeo médico realizado en 1980 le advirtió de su dolencia y comenzó un largo reposo hasta el último verano, en el que pensó, dada su evolución favorable, reincorporarse plenamente al trabajo en octubre. «Hemos estado trabajando hasta ayer mismo. Había renunciado a ir a la exposición de Madrid, pero nunca dejó de trabajar en el estudio y en casa», comenta Valdés. El curso de la enfermedad cambió de signo hace quince días. «Desde entonces se preveía un final próximo».

Sin embargo, mantenía una actividad permanente destinada a la exposición, anunciada para febrero del próximo año en París, sobre El derecho que tiene el artista a lo privado y la obligación con lo público. Esta exposición ha quedado truncada, al igual que la trayectoria del pintor y teórico más relevante del panorama artístico valenciano que desde posturas expresionistas llevó hasta sus últimas propuesta estéticas, con Manuel Valdés, el movimiento innovador Crónica de la realidad.

«Solbes, junto con Renau y Gaya, es uno de los pocos plásticos que teorizan sobre su práctica artística en el panorama del arte valenciano». Esta valoración viene de Manuel García, crítico de arte y amigo personal del Equipo. «La aportación teórica de Solbes fue fundamental para recuperar cuarenta años de pintura española en la Bienal de Venecia de 1976», asegura García, que formó parte del comité asesor.

La denominación Crónica de la

realidad se acuñó en 1964, en Valencia, por el crítico Vicente Aguilera Cerni, para designar una corriente de artistas valencianos cuyo empeño era configurar una alternativa española a la llamada nueva figuración y pop art norteamericano. La Crónica asume la iconografía de la cultura de masas para extraer tipos y modelos axiológicos. Parte de hechos cotidianos, y en una siguiente fase del proceso creativo elabora un sistema de imágenes con el que el observador pueda sentirse identificado y apresado en la transformación de esta iconografía de masas.

El Equipo Crónica había alcanzado la representación nacional e internacional más cualificada de aquel movimiento de los años sesenta. En la tendencia se encontraban el Equipo Realidad, disuelto recientemente, Juan Genovés, Rafael Canogar... De hecho ha influido la obra de otros conocidos plásticos valencianos, como Arturo Heras, Manuel Boix, Rafael Armengol, Antoni Miró.

La desaparición de Solbes y del Equipo Crónica significa para Jorge Ballester, del antiguo Equipo Realidad, «una pérdida insustituible. Los dos equipos habíamos concretado un específico modo de trabajo colectivamente, intentando despersonalizarlo».