El canciller Schmidt será el intérprete de Occidente frente a Leónidas Breznev

El canciller federal alemán, el socialdemócrata Helmut Schmidt, dijo ayer en Bonn, en un discurso pronunciado ante la Asociación, de Editores de Periódicos, que en sus próximas conversaciones con el secretario general del Partido Comunista soviético, Leónidas Breznev, será un fiel intérprete de la política occidental.

Schmidt dijo que informará al presidente norteamericano Ronald Reagan el mismo día, y a los restantes aliados occidentales al día siguiente sobre su entrevista con Breznev, cuando el presidente soviético visite la República Federal de Alemania el próximo 22 de noviembre.El canciller dijo que Breznev no puede albergar la ilusión de que podría separar a la RFA del campo occidental y destacó la importancia de que las dos superpotencias mantengan el diálogo "y en esto nosotros podemos jugar un papel importante, tanto respecto a nuestros amigos en Estados Unidos como respecto a la Unión Soviética".

Schmidt llamó la atención de los editores de periódicos sobre la actitud fundamental de la clase política de la RFA: pronorteamericana y tavorable a la amistad con Estados Unidos. "No se dejen impresionar por los titulares de los periódicos que ustedes mismos editan", advirtió el canciller.

También destacó, Schmidt que, según encuestas de octubre de este año, cuatro quintas partes de los alemanes son partidarios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y sólo un 6% desean abandonar la alianza. En las palabras de Schmidt ante los editores se advierte la intención de quitar posibles temores en Estados Unidos sobre la visita de Breznev a la RFA. Con frecuencia llegan a Bonn informaciones de que en Washington existen recelos ante posibles tendencias neutralistas y antinorteamericanas.

La manifestación pacifista de Bonn, la protesta violenta contra el secretario de Estado norteamericano Alexander Haig en Berlín Oeste y el atentado de Heidelberg contra el general Frederick Kroessen fomentaron esos recelos.

En Bonn existe desconcierto ante las continuas declaraciones contradictorias norteamericanas sobre temas esenciales para la seguridad de la RFA, como la bomba de neutrones, la posibilidad de una guerra nuclear limitada o el lanzamiento de una bomba atómica "disuasoria".