El Ministerio de Hacienda espera 300.000 declaraciones de renta más el próximo año

Hacienda espera que el próximo año aumenten en 300.000 las declaraciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), correspondientes a ingresos del actual, según datos incluidos en la documentación que ha enviado al Parlamento con el proyecto de Presupuestos del Estado para 1982. Sumadas a las del presente ejercicio, que se estiman en 6,2 millones, permitirían llegar a los 6,5 millones de declarantes.

De esta forma se reforzará con mayor amplitud la importancia del impuesto, pilar básico de la reforma fiscal, tanto por la extensión de sus bases como por la recaudación que proporciona. Basta recordar para el primer caso que los 300.000 nuevos declarantes serán tantos como todos los contribuyentes de 1970, siete años antes de la entrada en vigor de la ley actual. En 1980 las declaraciones por rentas de 1979 fueron 5,3 millones; el año anterior, 2,8 millones, y en 1978, sólo 1,8 millones.En cuanto a la recaudación, el IRPF es ya, con mucho, la primera fuente de ingresos del Estado, y en 1982 crecerá su importancia. Los 947.000 millones de pesetas presupuestados para el próximo año representarán, si se cumplen las previsiones, el 33,9% de los ingresos totales (excluidas las variaciones de pasivos financieros), así como el 74,8% de todos los impuestos directos. En 1978 absorbían 4,3 puntos menos en el presupuesto de ingresos.

El cumplimiento ajustado de las previsiones es, sin embargo, uno de los objetivos de Hacienda, según fuentes del Ministerio. Frente a lo que ocurría otros años, cuando la recaudación total se quedaba corta y los gastos aumentaban, ahora los responsables del Ministerio tratan de ajustarse a los presupuestos, a pesar de que la propia ley general Presupuestaria da a los gastos carácter de limitación, y a los ingresos, de estimación.

Ello afectará especialmente al impuesto sobre la renta, donde el margen de actuación a la hora de la recaudación total ha sido grande en los últimos años, hasta el punto de que ha sido el principal agente de salvación de los presupuestos. En concreto, para 1980 fueron presupuestados 610.000 millones de pesetas y la recaudación final ascendió a 646.110 millones. Igualmente, para 1981 los presupuestos fijaban 710.000 millones de pesetas, mientras que las previsiones de recaudación manejadas estos días en Hacienda apuntan a los 780.000 millones de pesetas.

Es esta cifra la base utilizada en el proyecto de Presupuestos 1982 para señalar que los 947.000 millones de pesetas previstos suponen un incremento del 21,4% sobre los estimados en 1981.

Las retenciones superan las previsiones iniciales

Al analizar tal previsión (véase el cuadro) cabe destacar que las retenciones para 1982, unos 718.000 millones de pesetas, superarán incluso la previsión inicial de todo el impuesto para 1981. No obstante, su crecimiento sobre la estimación de 1981 (el 19,7%) es muy inferior al que se espera para el presente ejercicio (33,3%). Esto será posible por el reforzamiento esperado en las retenciones sobre el capital (incremento del 33,2% en 1981 y del 33,1% en 1982), así como por la normalización de los ingresos por cuota diferencial, obtenidas al hacer las declaraciones y que proceden tanto del trabajo como del capital.Los fraccionamientos de pago, cuyo plazo para el segundo pago en las declaraciones realizadas durante el presente año por 1980 termina estos días, suponen poco más de la tercera parte de la cuota diferencial y aumentarán sólo el 4,3 %, frente al 21,4% de 1981.

Debe advertirse que la disminución indicada para 1981 en la cuota diferencial con respecto a 1980 (un 38,1%, casi 40.000 millones de pesetas) responde al aumento de los tipos de retenciones del trabajo personal, que entró en vigor el 1 de julio de 1980 y no influye más que cualitativamente en la recaudación del impuesto. Asimismo, el incremento de las retenciones por trabajo en 1981 está justificado por la imputación en el ejercicio de retenciones devengadas en el último trimestre de 1980. También hay que considerar 30.000 millones de pesetas de retenciones descontadas por el Tesoro a la Seguridad Social, que han sido contabilizadas en el primer trimestre de 1981.