J.L. Sampedro: "Nunca he vivido más que desde que estoy muerto"
"Octubre, octubre" se presentó anoche en Madrid
«Nunca he vivido más que desde que estoy muerto», dijo anoche el economista y escritor José Luis Sampedro en el acto de presentación de su última novela, Octubre, octubre, que tuvo lugar anoche en el Ateneo de Madrid. José Luis Sampedro se refería a una broma, inventada por él mismo, según la cual habría nacido en el año 1968 y fallecido en 1977. El libro fue presentado por el presidente del Ateneo, Fernando Chueca; el presidente de Editorial Alfaguara, Jesús Polanco; el biólogo Faustino Cordón; Rafael Conte, redactor jefe de cultura de EL PAIS, y el propio autor de la novela, actuando como moderador el escritor Manuel Vicent.
Fernando Chueca se mostró muy sorprendido por la parte costumbrista que tiene la novela, pues para él José Luis Sampedro crea un nuevo sentido del costumbrismo, al que calificó «de poliédrico o simbólico». «Este libro me ha hecho ver el Madrid de mi generación» dijo el presidente del Ateneo, quien subrayó que el propio Ateneo está presente en numerosas ocasiones en Octubre, octubre.El presidente de la Editorial Alfaguara, Jesús Polanco, señaló, por su parte, que el Ateneo era el mejor sitio para la celebración del acto, y que era la primera vez que se presentaba en público en su relación con esta empresa editorial. Declaró que José Luis Sampedro es uno de sus mejores amigos, pero que «hay varios José Luis Sampedro. Nos impresionó a todos su gallardía cuando abandonó la universidad, este hombre que es uno de los mejores expertos del mundo en crecimiento y desarrollo. Pero hay otro José Luis Sampedro más entrañable tal vez, que es el escritor». Jesús Polanco señaló también la gran labor efectuada en el último año por Ediciones Alfaguara, cuya presidencia ocupa desde, hace un año, y se comprometió a seguir en la misma línea de publicar libros de una calidad natural auténtica. También subrayó que la primera edición de Octubre, octubre ya estaba vendida.
Tras unas palabras del moderador Manuel Vicent, quien comentó que era una mesa moderada para una obra inmoderada, Rafael Conte hizo un análisis de la obra narrativa de José Luis Sampedro: «Es la primera ocasión en la que se presenta un libro en su segunda edición, con un evidente retraso, ya que la coalición entre el escritor y sus lectores ha provocado el retraso de los críticos y los presentadores». Destacó cómo las tres primeras novelas de José Luis Sampedro -Congreso en Estocolmo, El río que nos lleva y El caballo desnudo- habían aparecido en un intervalo de nueve años, intervalo que ha sido roto por Octubre, octubre, que aparece con un retraso de dos años. Describió cómo el libro se monta en dos líneas narrativas alternativas que se entrecruzan, y que tiene ambición, de totalidad, como si el escritor hubiera pretendido decirlo todo. El libro se centra en el amor y en una investigación del erotismo y la mística. Para Rafael Conte, en Octubre, octubre parece que se cumple la unidad de los contrarios, del bien y el mal, una especie de matrimonio del cielo y del infierno.
José Luis Sampedro confirmó que, evidentemente, si no ha querido meterlo todo, sí ha querido meter la mayor cantidad de cosas posibles. Reconoció que sí existe en el libro esta unidad de los contrarios, «como siempre, cuando se, asciende o se sumerge lo suficiente. Me declaro presa de estupor. Estoy viendo lo que pasa y esta estupefacción mía da la medida de mi gratitud. El libro trata del amor y la mística, pero, ¿es que hay algo más? ¿No se reduce todo a la carne termodinámica y al espíritu informativo?».
«Soy una mente científica», añadió. «Cuando terminé El río que nos lleva intenté hacer una historia cortita, una novela de amor, con una cama, dos personajes y un barrio. Pero se me desbordó, porque en amor no hay espacios pequeños». Sampedro describió toda la gran labor de acumulación de material que ha efectuado para el libro, como revistas viejas, cuplés, libros sufíes, viajes a Estambul para ver el harén de Solimán II, o las técnicas de fabricación de eunucos. Declaró también que ha copiado a su misma escala una serie de mapas del barrio madrileño comprendido entre las calles Mayor, Arenal, Bailén y la Escalinata. «El primer artículo de mi estética es el siguiente: si no me creo mi propia historia, ¿cómo se la va a creer el lector?». Por eso Sampedro describió los diversos trucos empleados para la recogida de materiales. «El libro hace a uno tanto lo que uno hace al libro».
El biólogo Faustino Cordón explicó que no tenía ninguna relación con el mundo literario y que, de alguna manera, representaba al lector medio. Elogió el libro indicando que cada página está llena de observaciones sorprendentes, su gran riqueza y sorprendente unidad y, sobre todo, la actitud del autor, que describió como de una contenida audacia intelectual. «La impresión final es poética y libre».
Como final se estableció un coloquio con los varios centenares de, personas que abarrotaban el salón de actos del Ateneo, en el que José Luis Sampedro llevó la voz cantante, en un verdadero alarde de desbordamiento de humor.
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