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Los avances socialistas en Europa

Las dos victorias electorales socialistas de 1981, en Francia y Grecia, junto con la división del laborismo británico y los primeros signos de crisis de la socialdemocracia alemana, han alterado de forma imprevisible el panorama tradicional de la izquierda europea.Hay actualmente dos partidos socialistas más en el poder, ambos en países ribereños del Mediterráneo que llevaban muchos años gobernados por la derecha. En los dos países, aunque mucho más en el caso de Grecia, existían temores de que la victoria de la izquierda pudiera poner en peligro la cohesión de Occidente y alterara el equilibrio de poder. El nuevo presidente socialista francés ha sido elegido con los votos de los comunistas y cuenta con ministros comunistas en su gabinete; el nuevo primer ministro griego, por su parte, ha proclamado anteriormente su tendencia semineutralista y ha prometido aflojar los lazos de Grecia con la Comunidad Económica Europea y con la OTAN.

En el caso de Francia, los temores han resultado injustificados: el presidente François Mitterrand se ha convertido rápidamente en uno de los mayores amigos europeos del presidente Ronald Reagan. Y existen buenas razones para creer que los temores resultarán igualmente excesivos en el caso de Grecia. El conflicto grecoturco constituye un factor poderoso a favor del mantenimiento de los lazos de Grecia con Estados Unidos, la OTAN y la CEE.

En lugar de tener que hacer frente a estos riesgos, tenemos la esperanza de que finalmente otras dos democracias europeas logren realizar un cambio de Gobierno, pasando de un extremo a otro del aspectro. político, sin poner en peligro la misma democracia. Aún hace falt a más tiempo para poder decirlo con plena confianza, en lo que respecta a Grecia, pero los presagios son favorables.

Si las actuales esperanzas no resultan ser falsas, la democracia occidental en general se verá fortalecida con las dos victorias socialistas de 1981. Una vez más quedará patente la superioridad de las instituciones democráticas sobre las comunistas como vehículos del cambio político.

Estas dos victorias socialistas han dado también un nuevo rostro al socialismo europeo. Recordemos que el partido socialista griego, el Pasok, no forma parte de la Internacional Socialista, pero mantiene fuertes lazos con todos los partidos socialistas europeos del sur de Europa, entre ellos el francés, el español y el italiano.

Así pues, actualmente, el socialismo está avanzando en el sur, mientras que en el norte tiene dificultades. Tan sólo queda un único país importante de Europa, Italia, en el que el socialismo no sea el principal partido de la izquierda.

Pero, incluso, las esperanzas y ambiciones de los socialistas italianos se han visto fortalecidas por las victorias de los socialistas franceses y griegos. El líder del Partido Socialista Italiano, Bettino Craxi, cree que las próximas elecciones italianas, cuandoquiera que sean, van a cambiar el panorama político del país. El modelo bipolar, basado en la democracia cristiana y en el partido,comunista, será sustituido, si se confirma la tendencia de los resultados de las elecciones administrativas de este año, por un modelo tripolar, gracias a los progresos de los partidos de centro-izquierda: los socialistas del PSI, los socialdemócratas del PSDI, los liberales y los respublicanos. Es el mismo combinado político que el de la alianza socialdemócrata-liberal de el Reino Unido.

Sería bueno que el nuevo mo.delo que está. surgiendo de la izquierda europea fuera ordenado, que mostrara de manera clara las conexiones entre la política de los diferentes partidos y su fortuna electoral. Desgraciadamente no es así.

La crisis del Partido Laborista británico viene tras el fracaso de la política nacional tradicional de la socialdemocracia, y lo hizo acompañada del ascenso de tendencias practicamente neutralistas. En Alemania, los socialdemócratas de Helmut Schmidt se encuentran en una mala situación a pesar del innegable éxito de su tradicional política interna, y las tensiones dentro del partido guardan relación principalmente con el ascenso de las tendencias pacifistas.

En Francia, el éxito se debió a una política exterior ruertemente antisoviética y una política económica nacional fuertemente de izquierdas. En Grecia, el Pasok ganó gracias a un programa interno izquierdista además de una política exterior con tendencias neutralistas.

Y por último, en el Reino Unido e Italia las nuevas alianzas entre los socialistas moderados y los liberales esperan ganar las elecciones con un programa fuertemente occidentalista y, a nivel nacional, de corte socialdemocrático, mientras que en España nos encontramos con una combinación socialista diferente de moderación en el plano interno y una política exterior próxima a la del Pasok, pero mucho más europeísta.

¿Tiene todo esto algún significado? Desgraciadamente, para mi no lo tiene. No veo surgir una única tendencia en la izquierda europea; todos los partidos se comportan como si estuvieran en plantas diferentes. Pero la vaguedad del término socialismo es tal que las victorias de la izquierda en Francia y Grecia pueden ayudar a los diferentes tipos de socialistas y socialdemócratas de cualquier parte. (En el Reino Unido, ¿ayudará al laborismo o al nuevo partido socialdemócrata?). Para que el mundo evolucione y siga resultando interesante, no hay nada como la democracia.

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