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Castedo dimite como director general de RTVE a petición de Calvo Sotelo

El director general de Radiotelevisión Española (RTVE), Fernando Castedo, presentó anoche la dimisión de su cargo a petición del presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo. Castedo fue llamado al palacio de la Moncloa a las nueve de la noche, y permaneció allí durante tres horas con el jefe del Ejecutivo, en una reunión a la que también asistió, según parece, el presidente de UCD, Agustín Rodríguez Sahagún. El día anterior Castedo había acudido a la Moncloa para entrevistarse con el secretario de Estado para la Información, Ignacio Aguirre. Según parece, la dimisión será anunciada hoy por Calvo Sotelo en el transcurso de un Consejo de Ministros extraordinario.Calvo Sotelo y Rodríguez Sahagún pidieron a Castedo la renuncia voluntaria a su cargo, única forma posible de apartarle de su puesto, ya que la destitución o cese del director general de RTVE sólo puede hacerse por mayoría de dos tercios en el Consejo de Administración del Ente Público, que UCD no tiene.

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A medianoche, después de tres horas de reunión en la Moncloa, Castedo abandonó el palacio presidencial y se dirigió a su domicilio, donde convocó de madrugada una reunión del comité de dirección de RTVE. Personado un redactor de EL PAIS en la casa, el director general no pudo recibirle, pero fuentes próximas al mismo manifestaron textualmente que «el presidente del Gobierno le había pedido la dimisión», y que en esos momentos Castedo estaba reunido con su consejo para estudiar la situación.

El comité de dirección mencionado está formado por Jesús Picatoste, como jefe del gabinete técnico; José María Otero, secretario general del Ente; los directores de Televisión, RNE y Radiocadena, Miguel Angel Toledano, Eduardo Sotillos y Fernando Lozano, respectivamente. También estaban presentes José Luis Balbín, director de programas especiales; Francisco Guerrero, director de relaciones exteriores, y Gregorio Farré. Posteriormente, fueron convocados el subdirector de los servicios informativos, Julio de Benito, y el director del segundo telediario, Fermín Bocos.

Castedo había declarado ayer a EL PAIS, tras su entrevista del miércoles en la Moncloa con el secretario de Estado para la Información, que no existían razones para que pudiera presentar la dimisión. Al mismo tiempo había asegurado que él y su equipo pensaban continuar su trabajo «sin preocuparnos en absoluto de los rumores», y había convocado para esta mañana una conferencia de Prensa.

La renuncia de Fernando Castedo, a petición del presidente del Gobierno, se produce tras las tensiones que han agitado al partido centrista después del fracaso en las elecciones al Parlamento gallego. El nombre de Carlos Robles Piquer ha sido mencionado en los rumores de sustitución.

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Fernando Castedo dimite como director general de Radiotelevisión Española

Viene de primera páginaFernando Castedo, de cuarenta años, madrileño, abogado del Estado y profesor de Derecho mercantil, fue nombrado director general del Ente Público RTVE el 9 de enero de este año, sustituyendo en el cargo a Fernando Arias-Salgado, cuando Adolfo Suárez aún era presidente del Gobierno. Miembro del Comité Político del Partido Popular y estrechamente ligado a Pío Cabanillas, ocupó la Subsecretaría del Ministerio de Cultura entre 1977 y 1979. Castedo pasó después al Instituto de Cooperación Iberoamericana, y posteriormente se produjo su nombramiento como director general de RTVE.

La designación de Castedo para este cargo, en enero pasado, supuso la plena aplicación de la ley del Estatuto de RTVE, que configura a esta última como ente público, con una dirección general propia. Después de varios meses de negociaciones parlamentarias, la propuesta de Castedo por parte de UCD fue aceptada en las deliberaciones del Consejo de Administración, con diez votos afirmativos, seis de UCD y cuatro del PSOE, y dos abstenciones, PCE y CD.

La entrada de Castedo en la Dirección General de RTVE abrió expectativas de cambio democrático en esta última, que empezaron a abortarse en el pasado mes de mayo con el cese fulminante del director de los servicios informativos, Iñaki Gabilondo, considerado en aquella ocasión cabeza del Bautista de las intensas presiones políticas de UCD contrarias a la línea informativa y contenido que estaban siendo desarrollados en RTVE.

Estas presiones del Gobierno y de UCD tuvieron una nueva fase durante el verano pasado, en que hubo insistentes rumores sobre el cese de Castedo y su posible sustitución por el embajador de España en México, Eduardo Peña Abizanda.

La ofensiva de UCD para forzar la dimisión del director general se redobló recientemente con las declaraciones efectuadas en los primeros días de este mes por el presidente del partido centrista, Agustín Rodríguez Sahagún, quien afirmó que UCD no toleraría más lo que el partido gubernamental consideraba «una instrumentalización socialista de la televisión pública».

Las declaraciones de Rodríguez Sahagún coincidieron con la denuncia socialista de un espacio del programa Parlamento, en que se pidió el cese de su director, Mauro Muñiz, y las denuncias de algunos profesionales de RTVE sobre supuestas «depuraciones ideológicas» en el medio.

Coincidiendo con la última ofensiva de UCD contra la gestión de Castedo, el secretario general del partido centrista, Rafael Calvo Ortega, había advertido reiteradamente al director general de RTVE que su gestión podía ser llevada ante los órganos supremos del partido, aunque hasta ahora no se había llegado a la retirada formal de confianza. También se han producido varias consultas sobre este tema entre Rodríguez Sahagún, presidente de UCD, y Leopoldo Calvo Sotelo,jefe del Ejecutivo.

Este ataque a la gestión de Castedo fue interpretado como una nueva y fuerte presión para forzar la dimisión del director general, único camino para apartarle del cargo, ya que su cese o destitución sólo podía producirse por motivos excepcionales, tales como incapacidad manifiesta o hallarse incurso en delitos de derecho común; además, la existencia de una de esas condiciones debería ser apreciada por una mayoría de dos tercios de los doce miembros que componen el Consejo de Administración del Ente Público.

Los últimos rumores de intento de presión para lograr la renuncia de Castedo se vieron acompañados de muestras de solidaridad por parte de los partidos socialista y comunista, situación que hacía imposible para UCD el logro de la mayoría necesaria para destituir al director general del medio.

En unas declaraciones a EL PAIS, el pasado 18 de agosto, Castedo manifestó que consideraría la posibilidad de dimitir sólo en el caso de que su partido, UCD, se lo exigiera, tras un debate serio y profundo. Asimismo señalaba que la dirección general de RTVE es un cargo institucional, y que en el caso de que se forzara su dimisión, se habría producido un cambio fundamental en la política de UCD respecto a RTVE.

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