El "Guernica" se verá hoy por primera vez en España

El Guernica será exhibido por primera vez en público en España en un acto que se celebrará esta tarde en el Casón del Buen Retiro, de Madrid, y al que asistirán críticos, artistas y, en general, representantes del mundo de la cultura. Mañana a mediodía tendrá efecto la inauguración oficial, con la presencia del presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, quien también estará esta tarde en el Casón. Fuentes fiables del Ministerio de Cultura se encontraban ayer incapaces de confirmar si el rey Juan Carlos va a presidir o no la ceremonia, una de las que mayor expectación ha despertado en la vida cultural española de los últimos cuarenta años.

El público en general podrá acudir a ver el Guernica el próximo domingo, en las horas habituales de apertura de los museos y pagando la entrada fijada para acceder a estos centros, doscientas pesetas, excepto la primera semana, en la que la entrada será gratuita. Esta visita pública se verá revestida de una emoción especial, pues coincide con el día en que se celebra el centenario del nacimiento de Picasso en Málaga. Noventa y dos años después, el 8 de abril de 1973, el artista fallecía en su residencia de Mougins (Francia). Fiel a su vida, fue hallado por la muerte mientras preparaba una exposición de su obra.Después de la inauguración oficial de mañana, la Asociación de Amigos del Museo del Prado, que preside el académico y crítico de arte Enrique Lafuente Ferrari, girará una visita al cuadro. Lafuente Ferrari fue uno de los teóricos españoles del arte que primero se fijó en la importancia estética y simbólica dé toda la obra de Pablo Picasso. Este, por otra parte, siempre insistió en que su obra más polémica, la que ya se muestra en el Casón, fuera colgada en las paredes del Prado. Su deseo se ha cumplido 44 años después de pintado el cuadro.

El Casón del Buen Retiro, en cuya sala Lucas Jordán está instalado, el cuadro, es un anexo del Museo del Prado. El Guernica fue instalado allí el pasado 10 de septiembre, después de haber viajado con el ministro de Cultura, Iñigo Cavero, y el director general de Bellas Artes, Javier Tusell, desde Nueva York. El pasado viernes, ante las mismas autoridades españolas, el cuadro fue desenrollado e instalado en el lugar en el que se verá hoy, protegido por una urna que lo defenderá de cualquier incidente que le afecte.

Después de los trabajos de negociación para que el cuadro retornara a manos españolas, que comenzaron a surtir efecto a principios de febrero de este año, gracias a la intervención del entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, ante la viuda de Picasso, Jacqueline, en el Ministerio de Cultura se vivían ayer momentos de tensión y de cansancio por el esfuerzo que ha supuesto todo el proceso que hoy culmina.

En el acto oficial de mañana está previsto que Iñigo Cavero pronuncie unas palabras que se estima que serán breves, y que podrán ser escuchadas por las aproximadamente 250 personas que han sido expresamente invitadas al acontecimiento. «Muchos ministros, habrá muchos ministros», comentaba ayer un alto funcionario de la Administración.

La mayoría de los invitados a los actos de mañana, que han recibido tarjetas personales e intransteribles, son políticos, parlamentarios y autoridades provinciales y locales de Madrid. El jefe del gabinete del ministro de Cultura señaló a una informadora de EL PAIS que el embajador de Francia y el de Estados Unidos han sido invitados «por la especial vinculación de sus respectivos países con el Guernica», cuadro que, con los 63 bocetos que le acompañan, es el protagonista del centenario de su autor.

Los visitantes del Guernica no tendrán la misma libertad para ver Guernica que su autor para pintarlo. Una vez dentro del recinto del Casón, los espectadores de esta obra simbólica de un maestro de la pintura y de un grave acontecimiento de la guerra civil española -el bombardeo de Guernica- harán un recorrido por los bocetos previos y, finalmente, podrán ponerse frente al cuadro definitivo, que ha quedado colocado exactamente en la única pared de la cual no hablaron jamás las autoridades competentes como posible receptora del lienzo: la que tapa el gran arco de entrada al Casón por la calle de Alfonso XIII.

«La decisión de colocarlo en esa pared», ha dicho Javier Tusell, «la tomamos cuando tuvimos a nuestra disposición las fotos del cuadro a tamaño natural.