El Ayuntamiento decide hoy la aprobación del Plan de Saneamiento Atmosférico

El Plan de Saneamiento Atmosférico de Madrid (PSA) será sometido hoy, martes, a la aprobación de la junta de gobierno municipal. Su aplicación se haría efectiva en los primeros días de noviembre, fechas en que comienza el encendido de las calefacciones, y básicamente supone la ampliación de la zona de la ORA (Operación de Regulación de Aparcamiento) a toda la zona delimitada por el tercer cinturón de ronda -M-30- por un periodo de tres meses y un riguroso control del combustible utilizado en el uso de las calefacciones.

La aplicación estricta del plan dependerá de que, antes de que concluya este mes, el equipo de gobierno haya conseguido financiar el presupuesto de inversiones, de forma que el Ayuntamiento pueda disponer de los sesenta millones de pesetas con que deberá participar en esta primera fase del PSA. Un desembolso similar correrá a cargo de la Administración central.El segundo escollo que deberán salvar los autores del plan para que éste pueda ser aplicado en su integridad está en la reticencia de los responsables de la Delegación municipal de Circulación frente a algunas de las medidas. En este sentido, José Luis Martín Palacín mantiene que la ampliación de la ORA no puede hacerse de forma precipitada ni temporal (esta medida, tendría efecto desde el 1 de noviembre hasta el 31 de enero).

"Yo no me voy a oponer a la aprobación del PSA", anuncia Martín Palacín, "pero dado que nosotros hemos participado muy poco en ese plan, lo que voy a intentar es hacer algunas matizaciones y puntualizaciones. En el tema de la ORA pienso que se trata de una operación que debe consolidarse y, por ello, no puede ser ampliada como solución puntual. No hay recursos humanos para esa ampliación. El segundo punto que voy a puntualizar en la reunión de mañana (por hoy) es que no me parece oportuna la reconversión de toda la flota de autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) -este año está previsto adaptar cincuenta autobuses al uso del GLP, gases licuados del petróleo-, por el alto coste que supondría una operación de este tipo y porque, además, pienso que la utilización del GLP puede ser tan peligrosa como colocar una bomba rodante en medio de la ciudad. Decir esto no es desorbitar las cosas, porque el pasado viernes estalló el motor de un taxi frente a la Clínica de la Concepción. Accidentes de este tipo pueden resultar muy peligrosos y por eso creo que hay que estudiar en profundidad la adopción de medidas semejantes antes de actuar".

Manuel Mella, concejal responsable de Saneamiento y Medio Ambiente, considera que las objeciones que puede plantear el concejal de Circulación no supondrán un grave obstáculo para la aprobación del plan, ya que éste se ha discutido a lo largo de todo el año por el Ayuntamiento madrileño, representantes de los ministerios de Obras Públicas y Urbanismo, Sanidad e Industria y la Dirección General de Meteorología. "El PSA debe poner se en marcha a primeros de noviembre", explica Mella, "porque precisamente el día 1 se realiza el encendido de las calefacciones de todo Madrid y, a la vista de la situación climatológica, las medidas previstas hay que adoptarlas lo antes posible. De todas formas, el PSA se aplicará en su totalidad en un plazo de doce años, las medidas previstas para este invierno son sólo una primera parte de un amplio proyecto elaborado frente a un problema grave en esta ciudad".

En la primera fase del PSA, además de la ampliación de la ORA a todo el casco comprendido dentro de la M-30, está previsto un control estricto de los combustibles utilizados en las calefacciones, en especial en cuanto a la cantidad de azufre contenida en estos combustibles y de los dos carbones.