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Cuarenta y cinco muertos en la rebelión integrista de la ciudad egipcia de Asyut

Las autoridades egipcias se esfuerzan por apaciguar los temores sobre posibles cambios de su política interior y sobre la estabilidad interna de Egipto, albergados por numerosas personalidades políticas del niundo entero, llegadas ayer a El Cairo para asistir hoy al entierro del presidente Anuar el Sadat, asesinado el pasado martes.En este sentido, el rápido aplastamiento de la revuelta integrista en la ciudad de Asyut, situada a cuatrocientos kilómetros al sur de El Cairo, que se ha saldado con 45 muertos, ha sido presentado aquí como una prueba de la solidez del régimen.

Tras un día y una noche de combates, las fuerzas leales al Gobierno consiguieron reconquistar de madrugada los edificios públicos en poder de un centenar de militantes fundamentalistas de la organización Takfir wa Hiyra (Arrepentimiento y Lucha Sagrada).

El propio viceprimer ministro y sucesor del presidente Sadat, Hosni Mubarak, anunció el fin de la operación, dejando bien sentado que no volvería a «tolerar la reanudación de tal tipo de actos».

El balance oficioso de las luchas callejeras en Asvut (cuarta ciudad de Egipto, con 250.000 habitantes) asciende, según fuentes periodísticas, a 45 muertos. Pasa a página 3

Mubarak garantiza a Washington y Tel Aviv que Egipto respetará todos los compromisos de Anuar el Sadat

Viene de la primera página

En sendas entrevistas concedidas a la cadena de televisión norteamericana CBS y al diario israelí Maariv -destacados medios informativos de los dos principales países interlocutores de Egipto-Mubarak confirmó que "todas nuestras promesas serán cumplidas, y todos los compromisos del presidente Sadat, respetados", al tiempo que calificó de estable la situación interna de su país. Ambas entrevistas fueron recogidas íntegramente por la agencia de Prensa egipcia Mena.

Estas palabras tranquilizadoras, pronunciadas por primera vez el martes y repetidas al ministro alemán de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, a su paso por Egipto, fueron reiteradas ayer al jefe de la diplomacia norteamericana, Alexander Haig, y al primer ministro israelí, Menájem Beguin, durante las entrevistas que mantuvieron con Mubarak.

Estas mismas frases apaciguadoras serán también expresadas ante los demás dignatarios extranjeros que llegarán esta madrugada, como el canciller alemán, Helmut Schmidt, y el presidente francés, François Mitterrand.

El presídente del Gobierno español, Leopoldo Calvo Sotelo, declaró ayer, en la residencia del embajador de España, donde se hospeda, que no tenía, en principio, previsto ningún encuentro con personalidades egipcias. Su desplazamiento a El Cairo fue decidido a última hora del jueves en función del alto nivel de las representaciones extranjeras que se disponían a acudir a la capital egipcia.

Ningún jefe de Estado árabe

Ni un solo jefe de Estado árabe, salvo el de Sudán, acudirá a los funerales del presidente asesinado. Marruecos anunció ayer que ninguna delegación oficial de su país viajará a El Cairo. Omán y Somalia enviarán representaciones de rango todavía desconocido.

Acogidas ayer en el aeropuerto internacional de El Cairo, acordonado por las fuerzas de seguridad, las personalidades extranjeras llegaron acompañadas por nutridos grupos de guardaespaldas, a pesar de que el Ministerio egipcio de Asuntos Exteriores señaló a las embajadas que el carácter restringido del funeral no requería un importante dispositivo de seguridad para la protección física directa de los huéspedes ilustres.

La reacción tan poco profesional de los guardaespaldas de Sadat durante el atentado que le costó la vida, ha incitado, sin embargo, a la mayoría de los dignatarios extranjeros a desplazarse con aparatosas escoltas.

Desde el jueves por la noche, las medidas de seguridad han sido reforzadas en torno a los edificios públicos e incrementado el número y la frecuencia de las patrullas callejeras. La explanada en la que se desarrollará el funeral es inaccesible.

Hotel para Sadat

Un pequeño hotel, situado junto al lugar en que será enterrado Sadat, ha sido puesto a disposición de la delegación israelí. Ayer se pidió a todos los huéspedes que abandonaran sus habitaciones durante 72 horas.

Ningún indicio de tensión se palpa, sin embargo, en el ambiente de la mas poblada y caótica de las ciudades de Oriente Próximo. sorprendentemente vacía y tranquila.

Los atentados anunciadcs en Beirut y que habrían dejado sin luz a un suburbio de El Cairo, no se han producido, y las habituales manifestaciones integristas que se desarrollan cada año por estas fechas, con motivo de la fiesta del sacrificio del cordero, no han tenido lugar.

La ley marcial, vigente en todo el país, prohíbe desfiles y concentraciones fuera de los lugares de culto. Ayer, viernes, día festivo para los musulmanes, los fieles se dispersaron poco después de mediodía en perfecto orden, y solo la presencia entre la muchedumbre de un número de mujeres enlutadas superior al normal recordaba la muerte del presidente.

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