El ex primer ministro Bazargan critica las ejecuciones en Irán
Por primera vez desde que comenzó la cadena de ejecuciones sumarias en Irán, una voz se ha alzado vigorosamente en el Parlamento de Teherán para criticarlas: la voz de Mehdi Bazargan, el que fuera primer jefe del Gobierno de la República Islámica iraní, quien, sorteando las graves y evidentes presiones, osó impugnarlas de un modo considerado como muy valiente por todos los observadores.
Bazargan dijo que los ejecutados no eran antirrevolucionarios, como aseguran las autoridades islámicas, sino personas que preconizan una política diferente. Todavía más, el maduro político iraní dijo que tales ejecuciones benefician a Estados Unidos, porque dividen a los iraníes.Mientras Bazargan hablaba, Jaljali se aproximó a la tribuna y le espetó: "Tú ya perdiste, Bazargan, el poder. ¿Qué pretendes ahora?".Las manifestaciones de Bazargan causaron vivas reacciones eentre los diputados del Majlis, mayoritariamente adscritos al Partido de la República Islámica (PRI), hegemónico en Irán, y varios de los diputados protestaron ruidosamente contra él. Dos de ellos abandonaron la sala porque "no podían aguantar lo que oían". Rafsanjani cerró la sesión ante el escándalo provocado por la intervención de Bazargan, quien textualmente añadió: "En Irán tenemos un gran fuego y nadie desea apagarlo. Lo siento, pero tengo que decir que las ejecuciones causan desaliento".El grueso de los parlamentarios gritó las consignas normalmente coreadas allí, pero incorporó a los tradicionales "i Muerte a Norte américa!", "¡Muerte a la URSS!" y "¡Muerte al imperialismo!" la variante introducida ayer apresuradamente: "¡Muerte a los liberales!".
La ruidosa sesión del Majlis, que estaba siendo retransmitida por la radio, quedó interrumpida, mientras llegaban noticias de que decenas de hezbolahi, seguidores del Partido de Dios, se congregaban en las inmediaciones del Parlamento pidiendo poco menos que la cabeza del liberal Bazargan.
Pese a todos los pronósticos, las cosas volvieron a su cauce y el parlamentario Bazargan, al concluir la ruidosa sesión, regresó a su domicilio sin contratiempo. A ello contribuyó la actitud moderada del speaker del Majlis, Hasemi Rafsanjani, que repetidamente ha insistido en que el Parlamento iraní es un foro de discusión libre.
El gesto de Bazargan ha sido muy comentado en Teherán. La radio oficial, pese al silencio de la Prensa matutina y vespertina, lo dio. a conocer, en términos escuetos, en el boletín del mediodía, y algunos creen ver un cierto cambio de las autoridades o siquiera un replanteamiento sobre el tema de las ejecuciones por parte de éstas.
La próxima investidura como presidente de Sayed Ali Jamenei podría augurar, según algunos observadores, modificaciones sobre este grave tema. Sin embargo, aunque la cifra de ejecuciones parece haber descendido ligeramente, éstas se siguen produciendo a diario y las detenciones continúan por todo el país.
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