La Comisión Europea pide ayudas para el consumo de aceite de oliva

La Comisión Europea no propondrá al Consejo de Ministros de la Comunidad Económica Europea (CEE) la creación de una tasa o impuesto especial sobre los aceites vegetales, sitio la aprobación de un reglamento de ayudas al consumo de aceite de oliva. La batalla entre Italia, Francia y Grecia, por un lado, y la República Federal de Alemania (RFA), el Reino Unido y los Países Bajos, por otro, con el telón de fondo de Estados Unidos y las multinacionales exportadoras de soja y de maíz, se ha saldado con una victoria para los segundos.La regulación del problema de las materias grasas es de extrema importancia para España, porque uno de los mayores inconvenientes que plantea la adhesión de nuestro país a la CEE es, desde el punto de vista de los diez, los enormes excedentes de aceite de oliva a los que tendrá que hacer frente el Mercado Común. Los expertos calculaban que para mantener el mercado del aceite de oliva harían falta aproximadamente unos setecientos millones de unidades de cuenta europeas (unos 70.000 millones de pesetas). El vicepresidente de la Comisión, el italiano Lorenzo Natali, propuso una fórmula para sostener al menos el consumo de aceite de oliva y, a ser posible, mejorarlo: la creación de una tasa especial sobre los aceites vegetales de forma que la relación actual de precios, que es de 2,7 contra uno, se redujera a dos contra uno. Es decir, si el aceite de oliva cuesta ahora, por ejemplo, 270 pesetas, y el vegetal, cien, aumentar el precio del aceite de semillas hasta 135 pesetas.

La reacción del Reino Unido, la RFA y los Países Bajos fue de violenta oposición. Estados Unidos, que es el mayor exportador mundial de oleginosas, envió una carta "de advertencia" a la Comisión, y las grandes multinacionales, entre ellas una holandesa, Unilever, movieron todos sus peones para evitarlo.

Lorenzo Natali no ha logrado ganar la batalla y ha tenido que aceptar la opinión de los más fuertes. Según la propuesta aprobada por la Comisión ayer en Bruselas, el precio de los aceites vegetales, no sufrirá ninguna tasa especial, pero se arbitrará un reglamento de ayudas al consumo, de forma que el precio del aceite de oliva baje hasta la proporción ya mencionada de dos a uno. Evidentemente la CEE tendrá que encontrar en su ya agotado presupuesto los setecientos millones de unidades de cuenta necesarios, algo de lo que por el momento nadie quiere hablar.

Natali, apoyado por el socialista francés Eduardo Pisani y por- el conservador griego Contogeorgis, ha logrado, al menos, que sus compañeros aceptaran dos principios: quedarán asegurados en cualquier caso los ingresos de los productores de aceite de oliva (es decir. la mejora de relación de precios no se hará a sus expensas), y si la CEE no encuentra finalniente el dinero necesario se volverá como única alternativa posible a la idea de la tasa. El reglamento correspondiente entrará en vigor, como muy tarde, el mismo día de la adhesión de España.