Pueblos hermanos
"España se duele de la sangre y la tragedia de estos pueblos hermanos y la siente como si de sí misma se tratara", dijo el sefior Pérez-Llorca ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, refiriéndose a los países de América Central.Estas palabras, referidas a la mayoría de los españoles, que tanta solidaridad han demostrado con los pueblos en Centroamérica, son una magnífica verdad. Pero, en cuanto se refieran al Gobierno español, son, naturalmente, pura retórica que a nadie convence.
Para comenzar, ni menciona cuáles son estos países, como si temiera tomar partido con la simple mención de Guatemala y El Salvador. Habla, además, de "la tragedia de estos pueblos hermanos" como si fuera una catástrofe natural: un terremoto o la explosión de un volcán, y no como lo que es: una tragedia causada por unas oligarquías concretas y bien conocidas, apoyadas incondicionalmente por un país también muy concreto y conocido.
No demostró el señor Pérez-Llorca que sienta la explotación, la miseria y el terrorismo de Estado que sufren los pueblos de Guatemala y El Salvador, como si de algo propio se tratara./
. Barcelona.
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