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El espía Guillaume pasó a la RDA tras su liberación

Günter Guillaume, el espía de la República Democrática Alemana (RDA) que provocó la caída del entonces canciller federal Willy Brandt en mayo de 1974, abandonó ayer la clínica de Bonn donde estaba internado, y cruzó horas después a la RDA por el puesto fronterizo de Herleshaussen, cerca de Kassel. En la tarde de ayer, la policía jugó al escondite con los periodistas que esperaban ante la clínica de Bonn donde estaba internado el espía. Desde hace días se esperaba la puesta en libertad de Guillaume, dentro Oe una amplia operación de canje de espías y presos entre el Este y el Oeste.

Antes de su salida a España, el presidente federal alemán, Karl Carstens, dejó firmado el indulto de Guillaume, lo que dejaba la mano libre al Gobierno de la RFA para negociar su canje.

Guillaume, de 54 años, consiguió infiltrarse en el aparato del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) hasta llegar al despacho del entonces canciller Willy Brandt. Descubierto el espía en abril de 1974, el canciller Brandt presentó su dimisión semanas después.

Guillaume fue condenado a trece años de cárcel en 1975, y su mujer, que colaboraba con él en las tareas de espionaje, a, ocho. El espía padecía una enfermedad renal, por lo que posiblemente los médicos iban a declarar próximamente su "incapacidad para pertnanecer en prisión". Quizá por este motivo, el Gobierno federal alemán consideró interesante acelerar el canje por otros espías y presos en la otra Alemania.

La esposa de Guillaume fue enviada a la RDA el pasado mes de marzo, dentro de otra operación de canje de presos con el Este. En los últimos días, el Gobierno federal se negó continuamente a "confirmar o desmentir" la noticia del inminente canje de Guillaume, para no perjudicar las negociaciones en marcha en varios países.

Ayer por la tarde, ante la clínica de Bonn donde está internado Guillaume, se desarrolló una extraña operación de despiste de los periodistas que hacían guardia a la puerta. Primero apareció un coche de reparto de utensilios de laboratorio, luego aterrizó un helicóptero en las proximidades y, al mismo tiempo, un alto jefe policial despistaba a los policías con la frase "no creo que merezca la pena que esperéis".

Guillaume desapareció en elcoche de reparto de utensilios de laboratorio y el helicóptero despegó vacío, aunque se supone que podría recoger al espía en otro punto.

A última hora de la tarde, el portavoz del Gobierno federal todavía se negaba a confirmar el canje de Guillaume. Más tarde, sin embargo, un guardia fronterizo confirmó que Guillaume había cruzado la frontera en un minibús, al que escoltaba un Mercedes.

El espía que provocó la caída de Willy Brandt fue desenmascarado en abril de 1974, cuando desempeñaba el puesto de jefe de gabinete del entonces canciller. En julio de 1973, Guillaume estuvo de vacaciones en Noruega con la familia Brandt y tuvo acceso a todos los documentos que pasaron por las manos del canciller. En el momento de su detención, Guillaume, que tiene un aspecto de oficinista pequeño-burgués, un verdadero anti-James Bond, se identificó y dijo: "Soy oficial del Ejército popular de la República Democrática Alemana".

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