La riqueza truchera de Ávila, en disminución

Avila es una de las provincias más ricas en ríos trucheros. Su proximidad con Madrid la convierte en centro de excursiones de unos 70.000 pescadores. La presión a que se ve sometida todas las temporadas obliga a una mayor ordenación de su riqueza piscícola. En El Barco de Ávila se ha centrado un movimiento que pide un mayor cuidado para los ríos de la provincia.Los pescadores abulenses, por medio de una masiva recogida de firmas, van a solicitar al Icona que las repoblaciones se hagan con truchas comunes autóctonas, no con las efectuadas con truchas procedentes de huevos embrionados de importación. Estiman, además, que se deberían vedar los tramos altos de las gargantas, tan características en la provincia, siempre y cuando se trasvasen las truchas allí criadas a los cursos bajos de los ríos, que son más aptos para la pesca. Estas medidas se complementarían con una mejor ordenación del régimen de los cotos, de forma que se alternen periódicamente los tramos libres y los acotados, reglamentando mejor la concesión de permisos en éstos y suprimiendo los permisos en blanco que se conceden. Sería imprescindible también el aumento de la vigilancia, especialmente en verano, sin regatear esfuerzos económicos para que se creara un presupuesto que permitiese el incremento de la guardería.

Otras medidas paralelas serían el control de los vertidos de aguas residuales de los pueblos ribereños, al igual que los de las industrias, así como los del matadero de El Barco de Ávila y de la piscifactoría de Aliseda de Tormes. También habría que construir pequeñas presas para retener el agua en las gargantas durante la época de estiaje, que permitan así el mantenimiento de un caudal mínimo de agua en verano. También sería interesante la declaración de zona truchera de todo el curso del río Tormes en la provincia para evitar que se pescaran truchas,"en época de veda y el estudio de la influencia que sobre la fauna ictícola ejercen las presas de Santa Teresa y del Aravalle y, en concreto, las que se producen a causa de la no existencía de escalas de paso para los peces.

Alarmante descenso de la población truchera

Esta preocupación de los pescadores de Ávila ha nacido a raíz de comprobar que la población truchera de la provincia está descendiendo. Esta adopción de medidas que proponen, estiman que serían válidas para incrementar la riqueza de sus ríos que, como las de otras provincias vecinas a Madrid, se ven resentidas por la presión constante a que se ven sometidas por los pescadores sin que existiera, hasta ahora, una preocupación de que esto supondría, en breve plazo, que el número de truchas descendiera notablemente. La contaminación, además, agrava el problema, ya que, lejos de disminuir, cada año aumenta el número de ríos que se convierten en aguas negras, donde los salmónidos no pueden vivir.