El Ateneo de Madrid rinde homenaje a su último presidente democrático Femando de los Ríos

El Ateneo de Madrid rindió ayer homenaje a su último presidente democrático, Fernando de los Ríos, incluyendo su efigie en la galería de retratos de la institución, una obra del pintor Antonio López Alarcón. Tras el descubrimiento del retrato se celebró un acto de evocación de la figura de Fernando de los Ríos, en el que intervinieron José Prat, Francisco Ayala, Virgilio Zapatero, Rodolfo Vázquez de Marcos y Rafael Flórez, bajo la presidencia de Fernando Chueca Goitia y con la presencia de Laura de los Ríos.

El acto estaba previsto para el día 27 del pasado febrero, pero esa noche la mayoría de los madrileños estaban ocupados en manifestarse masiva y multitudinariamente en favor de las mismas libertades que en su día defendiera Fernando de los Ríos. «Por apostar por la libertad y proclamarse liberal, quien fuera el último presidente democrático del Ateneo vio su imagen arrancada de la galería de retratos y fue arrumbado en el cuarto de los trastos viejos, queriéndolo suprimir de este modo no sólo de las paredes del Ateneo, sino también de la historia», dijo Rodolfo Vázquez, profesor de Derecho romano, en el que podría llamarse tardío acto de desagravio al último presidente democrático del Ateneo madrileño. Previamente, el actual presidente, Fernando Chueca Goitia, acababa de inaugurar el acto frente al nuevo retrato realizado por el pintor Antonio López Alarcón.Pocos minutos después, en el salón de actos, el presidente dijo que Fernando de los Ríos «representa una etapa gloriosa de la vida del Ateneo», y mostró sus deseos de que «en el futuro esta casa sea digna de aquellos que nos precedieron». Habló a continuación el también ateneista José Prat, quien conoció personalmente al homenajeado, y se congratuló «de la continuidad del Ateneo».

Intervino después Francisco Ayala, escritor, profesor y veterano ateneísta, quien después de decir que «venimos a descubrir una lápida, que es lo mismo que descubrir un monumento», añadió que él no iba a hablar doctoralmente de quien fue su amigo, y que prefería recordarle como tal.

Terminadas las intervenciones de los que fueron sus amigos, hablaron los que pueden llamarse sus amigos, seguidores, ya que por su edad no pudieron ser sus discípulos. Virgilio Zapatero, diputado socialista y profesor, se lamentó de que la figura de Fernando de los Ríos «sea insuficientemente conocida como político y como intelectual», y destacó de su personalidad los rasgos que le definen esencialmente como europeísta y humanista.

Cerró el acto el profesor Rodolfo Vázquez de Marcos, refiriéndose a la personalidad de Fernando de los Ríos, a «su humanismo esencial y a la gran prioridad que les daba a los derechos humanos».