El Gobierno provisional griego, encargado de preparar las elecciones, juró ayer su cargo
El nuevo Gobierno provisional griego, encargado de preparar las elecciones generales del próximo 18 de octubre, prestó juramento ayer ante el presidente de la República, Constantino Caramanlis. El nuevo Gabinete, que está presidido, como el anterior, por el primer ministro Giorgios Rallis, es prácticamente igual que el que dimitió el martes, excepción hecha de cuatro ministros que, considerados como excesivamente conservadores por la oposición, han sido sustituidos por personalidades extraparlamentarias.
De acuerdo con lo establecido en las elecciones de 1974 y 1977, cuatro ministerios, responsables directos de la imparcialidad de los comicios, deben estar ocupados por independientes durante la campaña electoral. Estos ministerios son Justicia, Interior, Orden Público y el Adjunto a la Presidencia para Información y Prensa.El Ministerio de Justicia será dirigido hasta las elecciones por SoIon Rangas, ex presidente del Tribunal Supremo. La cartera de Interior pasa a manos de Giorgios Daskalakis, hasta ahora director de la Organización Nacional del Turismo. Un militar retirado, el general loannis Katsadimas, ocupará interinamente la cartera de Orden Público, y Giorgios Anastasopoulos, director de la agencia nacional de Prensa griega (ANA), se encargará de los servicios de información y Prensa.
Nada más jurar su cargo, el nuevo Gobierno se reunió bajo la presidencia de Rallis. Mañana, sábado, se disolverá el Parlamento y se convocarán formalmente las elecciones legislativas del 18 de octubre.
El primer ministro Rallis inaugurará el domingo, la campaña electoral con un importante discurso en Salónica, al noreste del país. La mayoría de los sondeos preelectorales dan ventaja al Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), que encabeza Andreas Papandreu. Los socialistas contaban con 93 diputados en la legislatura que se disolverá el sábado, frente a los 175 escaños ocupados por el partido en el poder, Nueva Democracia. Comunistas, centristas y grupos de derecha tienen unas decenas de escaños y nulas posibilidades de llegar al poder.
