El presidente mundial de ITT dialoga con el Gobierno y Telefónica sobre el futuro de Standard Eléctrica
El futuro inmediato de Standard Eléctrica, la mayor empresa de telecomunicaciones en España, fue tratado ayer por el presidente mundial de ITT, Rand Araskog, y por el ministro de Industria y Energía, Ignacio Bayón, en el transcurso de un almuerzo de trabajo. El presidente de la poderosa multinacional, que se encuentra en Madrid en una estancia relámpago de 48 horas, se entrevistará hoy con el presidente de la Compañía Telefónica Nacional de España, Salvador Sánchez Terán, en un clima enrarecido por el posible recorte de las inversiones previstas por esta última empresa, que es copropietaria con ITT de Standard Eléctrica, por una parte, y el principal cliente del sector de telecomunicaciones, por otra.Fuentes de Standard Eléctrica. tras mostrar su sorpresa porque hubiera trascendido un viaje a nuestro país de Rand Araskoe, que estaba rodeado de todo tipo de reservas, quitaron importancia al mismo: «Se trata de un viaje de cortesía, habitual en la historia de ITT. Cada vez que un nuevo hombre se hace cargo de la presidencia de ITT existe la costumbre de que efectúe una visita a los distintos países y Gobiernos donde nuestra empresa tiene intereses». Las citadas fuentes declinaron cualquier comentario sobre los temas a tratar por Araskog, que se encuentra acompañado de John Gilfoyle, responsable de ITT Europa, con el Gobierno español y la Compañía Telefónica.
Standard Eléctrica, que perdió en 1980 directamente 1.600 millones v una cantidad similar a través de sus filiales Marconi y Citesa anunció a finales de junio la inminencia de una importante ampliación de capital y de una sustancial reestructuración de instalaciones y de plantillas. Manuel Márquez Balín, presidente de esta empresa, calificó entonces el ejercicio de «muy desfavorable», y atribuyó las cuantiosas pérdidas a los fuertes desequilibrios entre la oferta y la demanda, que hacen que la compañía soporte un continente de trabajadores ociosos (unos 3.700), que supone el 20% de las plantillas, y a las fuertes cargas financieras.
Recortes al plan cuatrienal
Los malos resultados de Standard (75 % de ITT y 21 % de telefónica) en 1980, consecuencia del sobredimensionamiento que arrastra esta empresa en los últimos años y de la caída de la demanda, no fueron acompañados en esta ocasión -Junio pasado- de las críticas habituales a la Compañía Telefónica, que absorbió el último ejercicio el 63% de sus ventas. Márquez Balín, en su intervención, llegó incluso a afirmar: «La CTNE muestra cada día su decidida voluntad de invertir y de seguir desempeñando el papel de principal motor de las inversiones en telecomunicaciones».Ahora, tres meses después, los aires son muy distintos. Por el sector corre el rumor de que la Compañía Telefónica, que ganó casi 24.000 millones de pesetas en 1980 y tenía previsto invertir este año 135.000 millones, ha decidido recortar el esfuerzo previsto en el plan cuatrienal de inversiones. Un plan de laboriosa gestación, mezcla de compromisos parlamentarios incumplidos y declaraciones triunfalistas, que sin contentar a nadie logró despejar las dudas de unos sectores considerados de futuro en el mundo occidental, la telecomunicación y la electrónica, que se encuentran sumidos en una fuerte crisis en nuestro país.
Las esperanzas depositadas en este plan, que, por otra parte, ha justificado las últimas subidas de tarifas a los abonados, pueden quedar ahora desvanecidas y provocar de inmediato -si, como se teme, se reducen las inversiones en torno a un 10%- el cierre de numerosas empresas del sector. Esta reducción de las inversiones de Telefónica, consecuencia de una disminución de la demanda, incidiría sobre los actuales proyectos de reducción de plantilla de Standard Eléctrica, agravándolos de forma sustancial. De ahí que no se descarten presiones de Araskog.
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