La Comisión de Exteriores del Congreso debatirá la adhesión de España a la OTAN

El Congreso de los Diputados inició ayer formalmente el debate político sobre la decisión del Gobierno de culminar en los próximos meses la adhesión de España al Tratado del Atlántico Norte y a su organización militar integrada.

El Pleno, en su primera discusión tras las vacaciones de verano, decidió, en el curso de un breve, debate sobre el procedimiento parlamentario a seguir, enviar a la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso la deliberación política sobre el procedimiento, modalidades y calendario de la pretendida incorporación de España a la Alianza Atlántica.El partido del Gobierno, Unión de Centro Democrático, Coalición Democrática y los nacionalistas catalanes de Convergencia y Unió sumaron un total de 180 votos a favor de que la Comisión de Exteriores del Congreso iniciara los debates sobre la opción OTAN. En contra de esta iniciativa, que pone ya en marcha el procedimiento parlamentario para el ingreso en la OTAN, se pronunciaron los grupos socialista, comunista, andalucista, nacionalista vasco y la mayoría del Grupo Mixto, con un total de 126 votos en contra. La opción intentó, sin éxito, conseguir un debate previo sobre el procedimiento a seguir en la incorporación a la OTAN, la garantía de que el Tribunal Constitucional se pronuncie contra el proceso atlántico del Gobierno y que el Ejecutivo acepte la celebración de un referéndum antes de la incorporación hispana.

Aunque la mayoría de las, intervenciones de los representantes de los distintos grupos parlamentarios quedaron reducidas a cuestiones puramente procesales, el fondo político del debate atlántico surgió en varias intervenciones, y de manera especial en la del portavoz del Grupo Comunista y secretario general del PCE, Santiago Carrillo, quien acusó al Gobierno de escamotear la voluntad popular, afirmando que el Ejecutivo tiene miedo a perder una consulta popular sobre la opción atlántica. Carrillo dijo también que, al no haberse recibido aún, la invitación de adhesión por parte de los países de la OTAN, el Gobierno corría el riesgo de hacer el ridículo consiguiendo la aprobación al ingreso por mayoría simple y luego en las Cortes, sin saber si algún país de la OTAN se opone, en última instancia, a la adhesión hispana.

Carrillo, al igual que Peces-Barba, por el PSOE; Miguel Angel Arredonda, por el PSA, y Ramón Tamames, por el Grupo Mixto pidieron un referéndum al Gobierno. El portavoz socialista en esta discusión, Gregorio Peces-Barba, hizo hincapié en la necesidad de que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre este procedimiento, y más concretamente sobre el deseo de la oposición de que la adhesión al Tratado del Atlántico Norte quede supeditada a una votación por mayoría cualificada y no solamente de acuerdo con el procedimiento que se utiliza para la aprobación de las leyes orgánicas. Esta postura, que cuenta con el apoyo de la izquierda, también fue sostenida por el representante de la Minoría Vasca, el diputado del PNV Andoni Monforte, y, con algún matiz, por la Minoría Catalana, según lo puntualizó su portavoz, Miguel Roca Junyent.

El portavoz de UCD, Miguel Herrero de Miñón, se limitó a insistir en la decisión del Gobierno de poner en marcha el procedimiento parlamentario para el ingreso en la OTAN, idea ésta que apoyó Manuel Fraga Iribarne; por Coalición Democrática, quien acusó a la oposición de practicar el obstruccionismo parlamentario para retrasar el debate atlántico y la adhesión.