Despido masivo de profesores en el Liceo Sorolla
Los despedidos por el propietario del Liceo Sorolla, de la calle de Alonso Castrillo, se entrevistará hoy con el delegado provincial de Trabajo para lograr un apoyo decisivo en sus demandas de readmisión y abono de los sueldos normales no devengados, por término medio, desde hace cuatro meses. El propietario del centro, José Nuñez Velázquez, ha expulsado todos los profesores del centro menos a dos que se encuentran expedientados, y a otros cuatro que han aceptado las condiciones impuestas por la empresa. El conflicto surgió cuando el empresario del liceo condicionó el abono de los sueldos normales a los profesores a que éstos renunciasen a una serie de derechos laborales adquiridos por un convenio anterior, derechos reconocidos en el según convenio (véase EL PAÍS del domingo pasado). La mitad de la plantilla tiene una antigüedad superior a los doce años, y de esta parte varios llevan en la empresa más de quince. El actual propietario lo es desde hace dos cursos.
Según los profesores, el propietario del centro ha demostrado con esta expulsión masiva un desprecio absoluto respecto de un derecho amparado por la ley, cual es el de la huelga. José Nuñez, el propietario del liceo, no ha comparecido a los dos actos de avenencia ya celebrados, lo que, según los trabajadores. indica sobradamente el escaso interés que tiene por resolver el conflicto amistosamente. Los enseñantes han denunciado la situación en diversas instancias, a nivel de inspección, y cuentan con la solidaridad activa del Colegio de Licenciados, además del apoyo de los padres.
Los profesores interpretan el despido masivo del claustro -total veinticinco- como parte una estrategia del propietario por evitarse problemas con los exámenes ya realizados. Respecto de éstos, señalan los enseñantes que se han producido graves irregularidades, en perjuicio de los alumnos. Por ejemplo, la desconsideración de las pruebas de evaluación ya realizadas. Por otra parte, las pruebas de septiembre se les ha facilitado excesivamente el aprobado, hasta el punto de que, por ejemplo, en la asignatura de Historia de las Civilizaciones se les permitido redactar temas libres distintos de los cuatro propuestos y se ha hecho la vista gorda cuando se les ha sorprendido copiando. Estos exámenes, según los profesores, fueron controlados y corregidos por personal ajeno a las respectivas materias.
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