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"Se impondrá un nuevo pacto global de política económica tras las elecciones", según Fuentes Quintana

Joaquín Estefanía

Avilés«La imposición de unos pactos globales sobre política económica será irremediable en España tras las próximas elecciones generales, pues no hay otra salida de la crisis», afirmó Fuentes Quintana en la última sesión del seminario sobre El retorno de la ortodoxia celebrado en La Granda (Avilés), dedicado al caso español. El profesor Fuentes explicó la génesis y el desenlace de los pactos de la Moncloa a los economistas latinoamericanos presentes; contribuyeron a dicha explicación los catedráticos españoles Juan Velarse, Julio Segura y Santiago Roldán.

Fue el profesor Fuentes, quizá, el gran triunfador del seminario, por el interés que despertó su disertación entre los presentes. Su exposición cerrada y racionalizada a posteriori de los pactos de la Moncloa motivó que algunos de los economistas latinoamericanos afirmasen que una experiencia así sería la única que posibilitaría una transición hacia la normalidad democrática en sus respectivos países. Y concretamente el sociólogo Fernando Cardoso, senador brasileño (que impresionó en todas las sesiones del seminario por la claridad y el rigor de sus intervenciones, formuló una invitación al profesor Fuentes para que acudiese a Brasil a explicar el modelo español de transición política y económica a los empresarios y fuerzas vivas del país.Fuentes recordó el contexto de los pactos: crisis económica internacional y enmarcada en ella la transición política española; y una posición peor que la del resto de los países occidentales en cuanto a esa crisis internacional, debida a la negativa a admitir la crisis energética, al desarrollo espectacular de los costes salariales y Seguridad Social, etcétera. «Tenía que hacerse», afirmó Fuentes, «un ajuste a la crisis tras las primeras elecciones democráticas. Es decir, ajustarse a la crisis y construir una democracia pluralista, teniendo en cuenta que los resultados electorales mostraban un país muy dividido ideológicamente. Esto llevó a un pacto en el que todos tuvieron que ceder. Ello no gustaba a UCD que, como minoría mayoritaria, quería hacer su política económica por mayoría. Había que hacer también una reforma tributaria que durante el régimen anterior f'ue bloqueada permanentemente por grupos de poder.

Las burguesías nacionales siempre encuentran argumentos para oponerse a las reformas fiscales; uno de ellos es la inoportunidad (en la crisis es inoportuna, pero en el auge tampoco era conveniente); otro argumento es olvidar la reglamentación del impuesto sobre el patrimonio y la reforma de la administración tributaria). También se necesitaba la elaboración de unos verdaderos presupuestos generales del Estado, la reforma del sistema Financiero, la dinamización de la empresa pública, el cambio de las relaciones laborales y de la Seguridad Social, etcétera».

Acabar con el consenso

«En la era de la prosperidad», continuó el ex vicepresidente económico del Gobierno, «hubo un pacto implícito entre las fuerzas sociales y las empresariales en Europa para lograr riqueza y pleno empleo. En una época de crisis había que cambiar el pacto implícito por otro explícito para otros fines. Eso fueron los pactos de la Moncloa, que no adquirieron forma de pacto social clásico, porque entonces en España apenas apuntaban los sindicatos y no existían las patronales».

Los resultados de los pactos fueron para el profesor español una reducción de la inflación, un aumento de las reservas y una rectificación del desequilibrio de la balanza de pagos. «Posteriormente», dijo Fuentes, «se vuelven a convocar elecciones para Capitalizar el éxito de la política económica y acabar con el consenso político y económico.

Las elecciones de 1979 las pierden todos los partidos, porque vuelve a surgir la misma división ideológica que en 1977. Los años 1979 y 1980 son años perdidos, ya que no se abordan los dos problemas principales: la reestructuración industrial y la redefinición del mapa energético».

El ANE, el menos malo de los acuerdos

Al abordar la política económica actual, Fuentes explicó a los latinoamericanos la firma del acuerdo nacional de empleo como «el menos malo de los acuerdos posibles, pero no es bueno porque aísla el resto de la política económica que no es la laboral. No se abordan las demás reformas porque prácticamente están encima las nuevas elecciones generales. Por otra parte, las fuerzas empresariales, para las que sí es bueno el ANE, están funcionando como fuerzas conservadoras, en el peor sentido del término». Para el catedrático, «las próximas elecciones darán lugar a las mismas tensiones ideológicas y, por tanto, se impondrá irremediablemente un nuevo pacto nacional sobre política económica».

Velarde: no hay modelo a largo plazo

El profesor Juan Velarde completó la Información de Fuentes Quintana expresando su pesimismo. «Falta un modelo a largo plazo para la economía española. No se ha formulado. No se sabe dónde ir desde la crisis de 1973 y 1974. Ello lleva a que los empresarios no conozcan bien sus expectativas y no quieran invertir». Y en cuanto a la coyuntura comentó que la cifra de un 14% de la población activa en paro se agrava, adjuntando el dato de que actualmente la población activa española es la más baja desde 1900. Por otra parte, el déficit público rondará este año el billón de pesetas.

Segura: lagunas voluntarias de Fuentes

Para el catedrático Julio Segura, Fuentes Quintana había tenido lagunas voluntarias al comentar los efectos de los pactos de la Moncloa. «Se cumplió el saneamiento», dijo, «pero no la reforma. Ello provocó la salida de Fuentes del Gobierno. La reforma fiscal se acepta en el BOE, pero no se ponen los medios para llevarla a la práctica. Tampoco se quiere saber nada, por ejemplo, del estatuto de la empresa pública, que serviría para darle eficacia». Respecto al AN E, afirmó que está lleno de buenas intenciones, entre ellas la cifra mítica de crear 360.000 puestos de trabajo. Por último, avisó que está en marcha un proyecto muy importante para privatizar parte del sector público, las emprresas rentables, dejando al INI convertido en hospital de empresas. Ese proyecto se extiende a la Seguridad Social.

Roldán: de acuerdo en un nuevo pacto

Santiago Roldán se mostró favorable a un nuevo pacto nacional de política económica a nivel personal, pero recordó las reticencias de los partidos de izquierda ante él. «Como en los acuerdos de la Moncloa se cumplieron los saneamientos, pero no las reformas, cuando en el PSOE se vuelve a hablar de n uevos pactos se nos pone la piel de gallina. Hay una reticencia enorme porque, a la hora de las reformas éstas pasan por el Parlamento, donde UCD tiene la mayoría».

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