Se acentúa la crisis de UCD, según el PSOE

La dimisión de Francisco Fernández Ordóñez como ministro de Justicia ha sido valorada como una muestra de la derechización del Gobierno de UCD por dirigentes del PSOE y del PCE, así como por los sindicatos mayoritarios. Varios miembros del actual Gabinete, por el contrario, han restado trascendencia al acontecimiento, si bien el titular de Agricultura, Jaime Lamo, ha estimado que «puede crear tensiones adicionales a las ya existentes que, hoy por hoy, inciden en la sociedad española, por lo que hay que tener especial tacto y cuidado».El PSOE, a través de una nota de Prensa, ha señalado que la salida del ministro de Justicia puede ser considerada como un hecho lógico si se tiene en cuenta la situación por la que atraviesa UCD y la política que viene siguiendo el Gobierno que la sustenta. Los socialistas opinan que «la derechización y la falta de claridad de la política gubernamental han ocasionado incertidumbre e incoherencia en el seno del propio Gabinete, manifestada claramente en la dimisión del ministro de Justicia».

El comunicado del PSOE agrega que «esta dimisión acentúa la crisis interna en UCD y pone de relieve la pérdida de identidad y el espíritu en que se formó el partido en el Gobierno, que ha optado claramente por una política conservadora». Un comentario similar ha emitido el secretario general del Grupo Parlamentario Socialista, Gregorio Peces-Barba, quien ha precisado que «se va a notar la ausencia de Fernández Ordóñez al frente del Ministerio de Justicia y, más aún, la diferencia con respecto a la nueva dirección del departamento».

A su vez, el PCE, cuyo secretariado se reunirá hoy para analizar la situación política tras los cambios ministeriales, ha manifestado por medio de Jaime Ballesteros: «Fernández Ordóñez ha tenido la dignidad de no querer ser cómplice -de la derechización manifiesta y escandalosa del Gobierno de Calvo Sotelo, sobre todo en el terreno internacional, queriendo meter a España en la OTAN sin someterlo siquiera a referéndum». Ballesteros ha subrayado que este Gobierno o comienza a responder y cambia de orientación o difícilmente va a poder seguir hasta las próximas elecciones de 1983.

Las reacciones en UCD han sido más comedidas. Juan Díez Nicolás, secretario de información y portavoz centrista, ha señalado que «en ningún caso la dimisión de Fernández Ordóñez significa postura de grupo», para añadir seguidamente que no son descartables otros cambios en el Gobierno. Eduardo Merigó, dirigente del sector liberal de UCD, ha declarado que le preocupa que la dimisión del titular de Justicia pueda ser interpretada como una derechización del Gobierno y de UCD. Al mismo tiempo, Merigó estima que la salida de Ordóñez del Gabinete es una oportunidad para llevar a cabo un reformismo liberalizador, y advierte que sería peligroso que se produjera una derechización que implicara una mayor influencia del sector conservador.

Manuel Fraga, presidente de Alianza Popular, estima que la dimisión de Ordóñez confirma «la crisis profundísima de UCD» y agrava «la situación minoritaria del Gobierno». Fraga no se mostró sorprendido, «pues es costumbre del señor Fernández Ordóñez sacar los proyectos que a él le divierten, y luego dejar a otros lidiar los conflictos y problemas que crean, así como recabar los votos de su partido para los mismos y luego no comprometerse con otros temas, porque no le interesan, como la OTAN y la televisión privada».

Falta claridad en UCD

Paralelamente, el ex vicepresidente del Gobierno para Asuntos Económicos Enrique Fuentes Quintana ha comentado en Oviedo que la dimisión de Fernández Ordóñez demuestra la falta de claridad existente en UCD y deja al Gobierno en cierto desequilibrio de fuerzas. «El Gobierno», según el profesor Fuentes Quintana, «se queda sin una persona muy significativa. Aunque los socialdemócratas cuentan aún con un ministerio, el desequilibrio de fuerzas en el Gobierno se hará más patente a partir de ahora».

Los secretarios generales de los sindicatos mayoritarios no han vacilado en lamentar la salida de Ordóñez en una encuesta que ha realizado Efe, a la que la CEOE no ha querido pronunciarse. Para el líder de Comisiones Obreras, Marcelino Camacho, la retirada del titular de Justicia supone una derechización y «refleja que la política de Calvo Sotelo está tocada del ala». «El hecho de que Fernández Ordóñez se vaya en estos momentos delicados del país, que vive situaciones graves de paro, terrorismo, adulteración de alimentos, posible ingreso en la OTAN », ha añadido Camacho, «nos indica que el tema político está en una fase altamente delicada y que es necesario un cambio sustancial que asegure la estabilidad de la democracia, la paz y el empleo».

Para Nicolás Redondo, secretario general de UGT, «está claro que esta dimisión se ha producido por la derechización reaccionaria del partido en el poder y por la Imposibilidad de que Fernández Ordoñez llevase a cabo sus criterios progresistas».

Gil Albert lamenta la dimisión

El fiscal general del Estado, José María Gil Albert, manifestó ayer en unas declaraciones a la agencia Europa Press la extrañeza que le había producido la dimisión del hasta ahora ministro de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez, no por el hecho en sí, sino por el momento y la forma en que la misma ha sido presentada. En dichas declaraciones, José María Gil Albert lamenta también la salida del Gobierno de Fernández Ordóñez, con quien confesó haberse sentido plenamente identificado durante el tiempo de permanencia de este último al frente del Ministerio de Justicia.

«Creo que a lo largo de su gestión, que ha sido francamente positiva, señaló el fiscal general, se han dado pasos de suma importancia en la reforma judicial». También puso de manifiesto el acuerdo de ambos en temas tales como la elaboración del Estatuto del Ministerio Fiscal y los proyectos de leyes de enjuiciamiento civil y enjuiciamiento criminal.