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Irán, tras la muerte del presidente y del primer ministro

Moscú recoge las acusaciones iraníes contra Estados Unidos

Los medios de comunicación soviéticos ofrecieron ayer puntualmente la noticia del atentado de Teherán. Radio Moscú, en sus boletines, recogía también las acusaciones hechas públicas por el presidente del Parlamento iraní, Raflanjani, acusando al Gobierno de Estados Unidos como responsable de éste acto terrorista.Actuando con su habitual prudencia, los medios oficiosos del Kremlin -ni, por supuesto, tampoco los oficiales- no habían emitido aún ayer tarde su comentario.

Sin embargo, en Moscú se recuerda cómo los dirigentes soviéticos fueron mostrando su patente apoyo durante los últimos meses a los sectores integristas de la República islámica.

Si bien, en privado, algunos periodistas soviéticos no pueden evitar una sonrisa irónica al referirse al régimen de Jomeini, semanas atrás la Prensa de Moscú recogió -haciéndolas propias- las acusaciones realizadas por los círculos más intransigentes de Teherán contra los sectores liberales iraníes, inculpando a estos de colusión con Estados Unidos.

Igualmente, los medios de comunicación de la URSS reprodujeron con amplitud los argumentos utilizados por la Prensa iraní en su campaña de desprestigio contra el depuesto presidente Banisadr.

A finales de la pasada primavera, varios eminentes clérigos persas, encabezados por el intransigente ayatollah Jaljali, visitaron oficialmente la Unión Soviética.

Los últimos actos terroristas acaecidos en Irán han sido expuestos sin comentarios propios por la Prensa soviética. Pero, sin embargo, no ha faltado nunca la oportuna referencia a los medios de comunicación persas, que han visto siempre la mano de la CIA detrás de todos los atentados.

En ningún momento la Prensa soviética ha reco,gido los detalles del contencioso irano-francés, que se desencadenó después de la concesión de asilo político a Banisadr, y, por el cual, el presidente Frangois Mitterrand pasó a engrosar la relación de lo que los clérigos integristas iraníes llaman elementos satánicos.

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