El retorno a la ortodoxia
Aprovechando la presentación de la futura publicación Pensamiento Iberoamericano. Revista de Economía Política -que patrocinarán el Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI) y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)-, tiene lugar a partir de hoy, en La Granda (Avilés), un seminario de economistas españoles y latinoamericanos cuyo centro de reflexión -que constituirá la parte central del primer número de la revista- será el estudio del retorno a la ortodoxia llamada neoliberal o neoconservadora.El área de influencia de estos economistas (citemos a título de ejemplos ilustrativos los nombres de Raul Prebisch, Fernando Cardoso, Aldo Ferrer, Fuentes Quintana, Celso Furtado, Enrique Iglesias, Prado y Colón de Carvajal, Luis Angel kojo, José Luis Sampedro, Osvaldo Sunkel, Juan Velarde, Aníbal Pinto, García Delgado, Juan Muñoz, Angel Serrano, Julio Segura, Fabián Estapé, Santiago Roldán. etcétera) alejará la polémica que existe sobre el neoliberalismo y su alcance, de los centros hegemónicos en que se produce: la América de Ronald Reagan y el Reino Unido de Margaret Thatcher, e intentará centrarla en zonas periféricas o semiperiféricas, como algunos países latinoamericanos o en la misma España. Ello servirá, sea cual sea el resultado de la crítica reflexión, para contextualizar el problema y averiguar si el Chile de Pinochet, la Argentina del anterior ministro de Economía Martínez de Hoz e incluso la España de Calvo Sotelo y García Díez, pertenecen o tienden a pertenecer al área de países en los que las teorías de Milton Friedman, de la Escuela de Chicago, o de los nuevos economistas americanos o europeos tienen sus epigonos representativos.
España, escenario favoritoLa resurrección de la ortodoxia liberal ha tenido en España uno de sus escenarios -al menos, teórico- favoritos desde 1978. Recordemos como hitos importantes el seminario sobre El sector público en una economía de mercado (noviembre de 1978), con la presencia, entre otros, de James Buchanan; la reunión de la sociedad Mont Pelerin (septiembre de 1979), presidida por el patriarca liberal, el premio Nobel Von Hayek, la cumbre de la sección europea de la Comisión Trilateral (noviembre de 1979), en la que los trilaterales españoles fueron anfitriones por primera vez en la historia de la institución, o las jornadas sobre La nueva economía en Francia y, España (enero de 1980), cuya estrella fue el economista francés Henry Lepage, éxito de ventas por sus libros Mañana, el capitalismo y Mañana, el liberalisnio.
En todas estas conferencias fue prácticamente monocorde el discurso neoliberal (con algunas excepciones) y su resultado más aparente ha sido el descrédito de casi todo lo que llevase el apellido socialdemócrata o keyneslano. Parecía que sólo se podía ser liberal en política económica, aunque luego las prácticas empresariales no tuviesen nada que ver con la teoría de la que se reivindicaban dichos empresarios. Otras ortodoxias, como la keynesiana, la desarrollista populista o la marxista, han permanecido durante todo este tiempo a la defensiva, con la espalda contra la pared, observando el auge de un laissez-faire que parecía muerto hace mucho tiempo. Los intervencionistas y la izquierda política -cuyos presupusto económicos son notablemente antagónicos a los de los neoliberales- se las veían y se las deseaban para desmontar la ecuación de a mayor libertad de mercado, mayores libertades públicas. Unicamente el seminario celebrado este año por la Fundación Hogar del Empleado sobre Estado y sector público en España dio la nota discordante sobre las bondades del neoliberalismo, con la presencia de dos notables radicales tales como James O'Connor e lan Gough.
De ahí que este seminario sobre El retorno de la ortodoxia prometa ser de interés. Las posiciones de la mayoría de los economistas que en él participan están notablemente alejadas de los presupuestos básicos de los friedmanitas y los nuevos economistas. En el seminario se intentará analizar los motivos del auge de los neoliberales y de los monetaristas, teniendo en cuenta que éstos son más profundos que el solo agotamiento de las corrientes rectoras a lo largo de la fase expansiva de la posguerra o de la sola influencia de los centros de gestión de esas ideas (escuela de Chicago, principalmente). En segundo lugar se matizará la intensidad de cada una de las corrientes que conforman el neoliberalismo (metaeconomistas, anarcocapitalistas, monetaristas, partid arios de la economía social de mercado, o de la public choice ... ). Y, por último, se intentará aportar las alternativas que se conciben frente al auge de la ortodoxia liberal.
Las alternativas
Desde posturas ideológicas tan diferentes como las que reflejan los participantes se expondrán elementos críticos que rebatan o apoyen algunos aspectos centrales de la doctrina neoliberal, tales como que la profunda crisis no se debe fundamentalmente a fallos del sistema capitalista, sino a la acción de los Gobiernos. al enorme desarrollo de los sectores públicos o a las altas tasas de impuestos; es decir, a la ineficacia del moderno Leviatán. Los keyneslanos habrán de demostrar que sus presupuestos, no están muertos y no se han convertido en el camino de servidumbre que denunciaba Hayek; los desarrollistas, que el crecimiento del sector público no lleva indefectiblemente al estatismo, y al final de la economía de mercado. Y los marxistas, que cuentan con una vía económica para España y para los países latinoamericanos, coherente con su tradición política y apta para ser aplicada.
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