Cheysson se entrevistará con Arafat en su primer viaje por Oriente Próximo

Claude Cheysson, ministro francés de Relaciones Exteriores, inició ayer una gira de tres días por países de Oriente Próximo, en la que visitará Jordania, Líbano y Siria. En el curso de este viaje es muy probable que Cheysson se entreviste con el líder palestino Yasir Arafat, lo que ha provocado inquietud en Jerusalén y una equilibrada declaración del presidente François Mitterrand.

Este es el primer viaje por la región de un miembro del nuevo Gobierno francés. El Ejecutivo galo se da perfecta cuenta de que sus privilegiadas relaciones con los países de Oriente Próximo pasan por la estabilidad de los regímenes del área y por la solución del problema palestino.En este contexto hay que contemplar la casi segura entrevista entre el ministro galo y el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat. Este encuentro constituiría el plato fuerte del viaje y ha sido justificado por Cheysson por el deseo francés de "informarse completamente, y la OLP es representativa de la lucha palestina".

La elección del lugar de encuentro entre ambos políticos ha suscitado algunas dificultades de protocolo. Yasir Arafat considera que la entrevista debe realizarse en la sede de la OLP en Beirut, pero París piensa que debe celebrarse en la Embajada de Francia en la capital libanesa para evitar lo que significaría un reconocimiento oficial de dicha organización, pues el Elíseo mantiene que la OLP no es el único representante de los palestinos.

En Jordania, a donde llegó ayer, en Líbano y en Siria, Cheysson se esforzará en buscar "las vías de la paz en el respeto a las amistades tradicionales" francesas en Oriente Próximo, según declaró el miércoles el presidente Mitterrand.

Difícil equilibrio galo

En una prudente declaración, el jefe del Estado trató de provocar a Israel al subrayar que había que "preservar un inteligente equilibrio entre los antagonismos y mantener la confianza de unos y otros en la región". El presidente Mitterrand daba así cuenta de la preocupación francesa por "garantizar la seguridad del Estado de Israel en sus fronteras y reconocer los derechos legítimos del pueblo palestino".A pesar de estas prudentes declaraciones del presidente galo, la entrevista entre Arafat y Cheysson ha provocado "inquietud" en Israel, donde el Gobierno ha llamado al embajador francés en Tel Aviv para manifestarle este sentimiento, según pone de manifiesto el diario Le Monde.

El Gobierno Beguin no ha reaccionado oficialmente ante este encuentro, pero, como ha manifestado una fuente diplomática israelí, un enfrentamiento "puede surgir en los próximos días o semanas". Las diferencias entre París y Jerusalén -donde Beguin recibió jubiloso el triunfo de su "amigo personal" François Mitterrand- surgieron a raíz de la voluntad francesa de ayudar a Irak a reconstruir la bombardeada central nuelear de Tammuz.

El problema para Francia consiste en lograr el difícil equilibrio entre contratos con el mundo árabe que suman más de un billón de pesetas, con sus implicaciones políticas, y la amistad con el régimen israelí.