Estadísticas turísticas

Le envío estas líneas sin más afán que el de precisar algunos puntos del editorial dedicado al turismo en su edición del 23 de agosto pasado.En primer lugar, las cifras que periódicamente se proporcionan a los medios de comunicación sobre la entrada de visitantes en nuestro país, no son imprecisas sino comprobadas por organismos como la policía de froteras y el Banco de España y son todo lo fiables que permiten las técnicas actuales de la estadística.

Ello no quiere decir que pueda existir alguna desviación, muy leve por supuesto, en algún caso. Pero tienen el valor de la repetitividad, año tras año, con los mismos sistemas, lo que permite alcanzar niveles de fiabilidad altamente científicos en los tantos por ciento de tipo comparativo. Sólo unas series estadísticas homogeneas son útiles para saber si existe o no progreso en un sector. Lo que no significa que no se deba comenzar, y lo estámos haciendo ya, otras series más depuradas y específicas en el futuro.

Puedo asegurar, y creo que mis dedicaciones científicas avalan sin inmodestia esta aseveración, que España es uno de los países que mejor pondera las entradas y salidas de extranjeros, españoles y españoles residentes en otros países, extremo este, por otra parte, reconocido por los expertos científicos del turismo estadístico de todo el mundo. Naturalmente que pueden mejorarse, y a eso vamos. Próximamente celebraremos, entre otros, un seminario destinado precisamente al estudio profundo de estos temas. De todas formas, el turismo, como otros muchos fenómenos, no puede medirse por un solo parámetro y la intención de dicho seminario es precisamente la de escuchar a los expertos para que perfeccionen los sistemas y añadan aquellos componentes que le doten de una mayor fiabilidad. No existen dogmas en turismo. Como en otros muchos campos.

En segundo lugar, y con referencia concreta a las cifras del mes de julio, así como a las provisionales de la primera decena del mes de agosto, no son tan completas en todos sus apartados como las del primer semestre, por motivos obvios: aún no están terminadas en su desglose, pero son datos completamente ciertos. Julio y agosto son los meses punta de la entrada de visitantes en España, y las fichas se multiplican por tres respecto a los otros meses. La Brigada Regional de Fronteras nos envía periódicamente informaciones desde un total de 111 puestos fronterizos, que comprenden carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos, con las que nuestros servicios de estadística confeccionan los avances de cada mes.

Compartimos el editorial, en el sentido de que el turismo es un fenómeno universal con una gran capacidad de adaptación a las crisis económicas y que este fenómeno, al parecer, tiene todas las características de irreversible, aunque no sabemos en realidad si eso es tan sólo un deseo compartido, por supuesto, por la mayoría de los españoles o una incontrovertible realidad. Y es por ello que en el informe presentado al último Consejo de Ministros se reseñaban las acciones que se están ejecutando respecto de la limpieza, el control de calidad y la mejora de las infraestructuras y, por supuesto, de la política de promoción para el curso 1981-1982.

Asimismo, y abundando en los extremos que se citan en el editorial, el secretario de Estado de Turismo, en declaraciones efectuadas recientemente en su propio periódico (véase EL PAÍS del día 9 de agosto de 1981) desarrollaba ampliamente las líneas de actuación de la Administración en temas como la desestacionalización, la limpieza de las playas, la infraestructura sanitaria, la promoción exterior, el cuidado del medio ambiente, las medidas legislativas, etcétera, que coinciden con las que se expresan en su editorial. Ese fue también el sentido del informe del ministro al Consejo, que no era sólo un informe de situación, sino también y sobre todo un plan general de actuación.

Podría seguir ampliando estas cuestiones, pero me temo que sería abusar de su paciencia y de la de sus lectores./ director general de Promoción del Turismo.