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La inflación, imparable

Día a día, mes a mes, el ciudadano ve disminuir la capacidad adquisitiva de su dinero como consecuencia de un continuo crecimiento de los precios. Los datos correspondientes al mes de julio -incremento del 1,9%, como consecuencia fundamentalmente del alza en los grupos de alimentación, transportes y comunicaciones y vivienda- sitúan el aumento en lo que va de año en un 8,3% y en un 14,3%, si se compara julio de 1981 con julio de 1980. Es decir, que nuestra inflación, medida a tasa anual, sigue superando los dos dioitos.Es cierto que nos hemos habituado a hablar de la Inflación como de una enfermedad crónica del mundo actual. ( ... ) Pero, aun aceptando todo esto, nos resistimos a la adopción de una postura abandonista y rutinaria. Abandonarse ante la inflación es aceptar la derrota ante ella. Limitarse a confirmar cada mes cómo crecen los precios es una peligrosa rutina.

La transformación en profundidad de nuestro sistema económico es una condición necesaria para cubrirnos en el futuro, aunque sea en parte, del fenómeno inflacionista.

A los rectores de la política económica hay que pedirles concreción de planteamientos y resultados a corto plazo, que para ello se han responsabilizado de esta tarea. Si han de forzar el cambio de actitudes económicas, hágase; si se necesita una campana de información y mentalización de cómo podemos colaborar todos a controlar la inflación, no se regateen esfuerzos. ( ... )

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22 de agosto

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