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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Debilidad y fuerza de la URSS

Expresando, en principio, mi absoluto respeto, tanto al autor como al contenido de las opiniones vertidas en el editorial del pasado día 14, titulado "Debilidad y fuerza de la URSS", quisiera también manifestar mi abierta y sincera discrepancia' con ambos. Todo ello en base a considerar que está constituido desdichadamente -en opinión mía particular- sobre un fondo excesivamente panfletario, simplista y elemental que tiende de forma sistemática a presentar a las sociedades del este de Europa como fracasadas, equivocadas y poco menos que dinosaurios en fase de extinción; todo ello, inequívocamente, en forma de análisis-resumen global y absoluto.Y resulta triste el constatar que éste "profundo análisis" mencionado se hace desde unas perspectivas geográficas no demasiado afortunadas, ya que, las sociedades de éste otro mundo en que nosotros vivimos -supongo incluido al articulista-, con sus veintidós millones de parados, su infinidad, de lacras de todo tipo existentes, no por topicas menos reales, y también, digámoslo, sus inestabilidades políticas y sociales no constituye, en suma, de modo alguno, un modelo a imitar.

Quien encuentre demagógicas estas observaciones no tiene que ir lejos: basta que eche una simple mirada en derredor suyo: fraudes mortales (colza), paro, desigualdades vergonzantes (con su saga de violencia social), etcétera.

Es por todo ello por lo que considero que tales artículos no contribuyen en absoluto, más bien al revés, a crear ese estado de concienciación para la paz del que tan necesitados estamos todos (especialmente nosotros, los europeos) y que sólo a través del diálogo en la coexistencia y la buena voluntad se podrá conseguir la erradicación de los males y amenazas que nos aquejan hoy.

Ciertamente, y como reflexión final, si me lo permite, voy progresivamente descubriendo y comprendiendo mejor que lo del señor Reagan no es simplemente una manía nuclear de su espíritu guerrero, sino, y esto parece mucho más grave, una cuidadosa, premeditada y perfectamente planificada, estrategia, cuyo mayor apoyo lo constituyen precisamente opiniones similares o análogas a las del artículo de referencia. /

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