Acompañante de ruta indefensa
Hace un año empecé a trabajar como acompañante de ruta; me explicaré: voy en un autocar y hago la recogida de niños por la mañana y por la tarde los devuelvo a su casa. Mi misión en este trabajo es la de cuidar que en el autocar haya un mínimo de orden. Hasta ahora esto parece un pequeño cometido, pero más tarde te das cuenta de que tienes una gran responsabilidad, ya que tú eres responsable de cualquier cosa, por muy pequeña que sea; por ejemplo, si te dejas un niño en el colegio, te llueven broncas por todos lados; si un niño trae un chichón, todo el mundo (profesores por ejemplo) se va, para no responsabilizarse y así caer la culpa sobre el acompañante que ha sacado al niño hasta el autocar; como estos ejemplos hay muchos más que no terminaría de contar.Pues a lo que iba. Yo, en teoría, trabajo para el colegio, pero me paga el Ministerio de Educación y Ciencia. Cobramos 350 pesetas, por día trabajado; es decir, fiestas y demás, ni un duro. El cobro es cuando les da la gana; quiero decir, y es fácil de entender, que, por ejemplo, pasan dos meses y no cobramos nada; después de esos dos meses cobramos, con un poco de suerte, uno. Total, 7.000 pesetas si hemos trabajado veinte días de ese gran mes. Lo que alegan los chupatintas del Ministerio es que no hay ni un duro (seguro que ellos cobran todos los meses mucho más que nosotros, sólo chupatintas, ¡ojo!). ¿Quién se lleva este dinero, que aunque poco es nuestro?
En segundo lugar, no estamos aseguradas; lo único que tenemos es el seguro del autocar en caso de accidente.
Y como tercero, aunque habría más cosas que decir, les diré que cuando faltamos, por motivos importantes, no hay una suplente que nos haga el trabajo. Lo único que hay son llamadas a tu casa para que vuelvas lo más pronto posible, y ha habido veces que compañeras mías han vuelto con fiebre.
Se me olvidaba que para trasladarnos a la cabecera de ruta tenemos que utilizar el transporte, que nos cuesta dinero, y para volver por la tarde, lo mismo, por lo que las 350 pesetas se nos quedan pequeñas; tengan en cuenta que hay rutas hasta El Pardo o Barajas, y tenemos que ir una vez por la mañana y volver por la tarde; entre medias, subir al colegio para llevarlos a casa./
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