_
_
_
_
gente

El pregonero Francisco Fernández Ordóñez

"Tengo que estudiarlo, porque nunca he hecho pregones. Tengo afición literaria, pero de pregonero es la primera vez en mi vida". Francisco Fernández Ordóñez, el ministro de Justicia, va a estrenar el próximo día 29, en Santa Pola, localidad donde veranea y adonde acude con asiduidad, una faceta hasta ahora desconocida para él: la de pregonero de las fiestas que se celebrarán la primera semana de septiembre en honor de la Virgen de Loreto."Esto es como el que firma una letra: que en el momento de firmarla nunca piensa que se la van a pasar al cobro, y cuando llega el momento se vuelve a llevar otra sorpresa. Lo mismo me pasó a mí. Hace cinco o seis meses me pidió el alcalde que hiciera el pregón y dije que bueno. Y ahora veo que va en serio y he de prepararlo. Para mí esto es una prueba de confianza de las gentes de Santa Pola y lo acepto. Me gusta".

Y es que a Fernández Ordóñez todo lo que se relacione con Santa Pola le gusta. Tanto que, como él mismo dice, "yo soy un señor que vive en Madrid y que a veces viene a Santa Pola, pero que aspira a ser un señor que vive en Santa Pola y que a veces va a Madrid".

Allí, en su chalé Mary Paz, junto al mar, descansa, pasea en bici y juega con sus dos perros pastores alemanes, Iván y Roco, este último hermano de otro igual que tiene Adolfo Suárez y que le regaló a su esposa un médico de Avila criador de perros. También hace sus pinitos de pesca en barca, pensando quizá en el día en que se venga a vivir aquí definitivamente, "porque en Santa Pola todo el mundo vive volcado hacia el mar. Incluso gentes cuya profesión no tiene ninguna relación con el mar tienen una barca para salir a pescar". No obstante, él se declara de tierra adentro y no muy aficionado a las excursiones marítimas. Aunque, quizá por aquello de la novedad, ayer mismo en su jornada marinera había pescado un pez "de este tamaño" -indicaba, separando las manos-, que, junto con otros mucho más pequeños, había ido a parar a la sopa que había preparado su mujer para comer.

"Durante las vacaciones escribo mucho. Cosas que tenía pendientes. Nada de importancia. No; la poesía la dejé hace ya tiempo. Son notas, ideas que tengo apuntadas y, que luego desarrollo. De todas formas, en el mar se trabaja menos de lo que parece, porque el mar no induce a la actividad. Es contemplativo. En general, no se aprovecha mucho el tiempo".

Junto con su hermano José Antonio, que estos días se encontraba en Santa Pola, preparaba una excursión a Bicorp y a Alpera para ver pinturas rupestres. Con los niapas extendidos sobre la mesa, ironizaba: "Ya ves cuál es en estos momentos la preocupación del ministro de Justicia: encontrar una carretera por donde llegar a las pinturas". Porque de la ley de Divorcio todavía se resiste a hablar. Tan sólo ha comentado las primeras demandas que se han presentado. "Una vez más, este pueblo ha demostrado su madurez. Aquellos que creían que los primeros días iba a haber grandes colas se han equivocado". Y poco más sobre este tema, del que, por otra parte, ha tenido ampliamente informados a los vecinos de Santa Pola a través de la asociación de vecinos. "Ya antes de empezar a discutir la ley tuve una reunión en la asociación de vecinos, con una pizarra incluso, en la que explicaba lo que queríamos hacer con esta ley". Luego, posteriormente, les ha seguido informando en sucesivas reuniones. "Es que se me presentan aquí los vecinos y es muy difícil resistirse a la presión de los señores que viven al lado. Con tus vecinos no te puedes negar".

Aun así, todavía hay gente que le para por la calle para preguntarle cosas. "Me paseo en bicicleta por el pueblo, sin escolta ni nada. Y la gente me para para preguntarme cosas sobre el divorcio. Hablo con ellos y luego sigo paseando, hasta la próxima parada".

Ahora piensa en el pregón, en su estreno como pregonero. "Es que no he hecho nunca pregones, aunque creo que el político, por vocación, ha de ser un poco pregonero. He hecho de todo: mítines, discursos, conferencias, libros; de todo, menos de pregonero".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_